New York (l.s.)

3: Tiempo agotado.

Presente
Louis

Presionó el número cero.

"Su mensaje ha sido grabado. Presione uno para escucharlo, presione dos para borrarlo y grabar otro, presione tres para enviar."

Louis tragó saliva, presionó uno solo para asegurarse.

"¿Hola?

Harry, soy Louis... bueno, sí, seguro sabes quién soy, o tal vez no... Bueno, yo...

Yo..., solo quería saludar, supongo. Bueno, en realidad..., quería hablar contigo, pero me ha saltado al buzón. Yo no sabía que aún existía el buzón de voz pero...ehm, si... pero quería saber si... (Golpe) Auch, mierda..., si tenías tiempo. Bueno, no se siquiera si estás en la ciudad, Niall escuchó que estabas en Canadá la última vez que escuchó algo sobre ti...Harry... Necesito hablar contigo ¿sí? Yo...eh, quiero verte....Llámame si tienes tiempo... espero que estés bien, he escuchado mucho de ti y estoy feliz y orgulloso... si... ojalá puedas. Yo...eh, ya me voy. Llámame ¿sí?... adiós."

Oh Dios.

Era un maldito desastre.

No iba a enviarlo, Dios no...

No podía.

No.

—Ni siquiera te atrevas a borrarlo.

Louis alzó la cabeza para mirar a Niall mordiendo una rosquilla de fresa justo después de decirle eso. Luego apartó la vista, bajando un poco la cabeza y mirando al suelo, como si estuviera asustado, como si estuviera entrando en pánico, y aunque probablemente lo estuviera, (porque si, su corazón latía más rápido de lo que alguna vez lo había hecho) su cuerpo se sentía pesado, como si de repente sus piernas pesaran toneladas y sus brazos estuvieran cargando kilos y kilos de tierra.

No iba a mandar ese mensaje, iba a borrarlo.

Utilizó su fuerza máxima para acercar su mano al teléfono de mesa de Niall.

A la mierda.

—Louis.

El aludido se quedó pillado, y vió la delgada figura de su mejor amigo caminar hasta él y parase de frente. La luz del televisor marcando extrañas sombras en la piel del beta, como si fuera a veinte metros su origen y no justo detrás de su amigo.

—Tú quieres esto ¿recuerdas? Tienes que verlo, tienes que cerrar este ciclo de una vez por todas. Solo envía el mensaje. —Niall lo miró una vez más, con sus cejas arqueadas, luciendo triste y preocupado. Nunca le gustó cuando estaba así.

Louis se sentía roto, como si ninguna cosa tuviera sentido, todo era blanco y negro. Le dolía el pecho, algo le tiraba desde el lado izquierdo. Sentía una presión fuerte en la base de su estómago.

Se había sentido vacío antes, recordaba la sensación al sentirla la mayor parte de su vida.

Recuerda cómo se asienta en sus huesos y como el dolor se apropia de sus músculos, y no es físico, nunca lo es. Siempre va mucho más allá... y Louis lo detesta.

Pero ahora es diferente. No solo es una tristeza incesante lo que está sintiendo ahora, es... una pizca de ansiedad lo que también retumba en su pecho y en las partes más profundas de su consciencia. Y es esa intensa necesidad de levantarse, ir corriendo por la cuidad y buscarlo, encontrarlo y decirle todas esas cosas que calló por meses y no pueden esperar para salir.