25: Lo que has dicho.

15.8K 1.8K 6.2K
                                    

Pasado
Harry


Es el primer fin de semana de Mayo, y Harry se gradúa en dos días.

Es surreal pensar que ya ha acabado con los exámenes y tareas por el resto de su vida. Es raro saber que Harry ya no será un estudiante, que ya no se levantará temprano y tomará el metro para llegar con tiempo a clase. Ya no pasará sus días estudiando y leyendo para responder la mayoría de las preguntas en la clase (Que sí, era molesto y sus compañeros rodaban los ojos cada que él lo hacía, pero es que Harry sabía todo ¿qué podía hacer?) y no pasara noches enteras haciendo proyectos o cargando pesados libros...ya no. El lunes será oficialmente su último día en la escuela y es... excitante.

Harry está ansioso, quiere trabajar, quiere tener un puesto mejor, un trabajo mejor. Quiere escribir un libro, quiere publicarlo y que la gente lo lea y le encante. Está tan cerca de convertirse en el hombre quién siempre soñó en convertirse. Está tan ansioso que siente la euforia recorrerle todo el cuerpo.

Está a punto de lograrlo.

Ese día en la mañana, se levanta temprano y camina por la habitación hasta la cómoda. Toma ropa interior limpia y unos jeans negros, también toma una camiseta blanca, no va a esforzarse en encontrar otra cosa e ir a abrir la llave de la ducha.

Se toma su tiempo, se enjabona y se lava el cabello. Luego se rasura con cuidado en el lavabo y limpia todo lo que usó, como buen compañero de piso que es. Se ata el cabello en lo alto de la cabeza, aún húmeda, con una cinta elástica y cuando sale del baño, deja su ropa en el contenedor de lavar.

Baja apresuradamente las escaleras, causando poco ruido al ir descalzo. Entra a la cocina y toma de la nevera lo necesario para el desayuno. Pone agua a calentar y acomoda dos platos en la encimera. Cuando la comida está lista, caliente y servida sobre ambos platos, Harry pasa por la sala y se topa con el jarrón de las flores.

Girasoles, siempre son girasoles.

Anota en su mente que tiene que comprar un ramo nuevo, este ya se está marchitando. También sabe que mañana tienen que llevar a lavar la ropa e ir al súper para surtir la alacena. Nota mental.

Al subir a la habitación, se tumba con delicadeza sobre la cama y gatea entre las sábanas sobre un cuerpo que es mucho más pequeño, que ahora que está encogido sobre sí mismo. Harry tiene ambas manos a los lados de su cabeza cuando se acerca y lo abraza.

Louis despierta al instante.

Hmmmm...

—He hecho el desayuno. —dice Harry mientras mira sus ojos apretados y sus labios fruncirse. Louis es lindo en las mañanas, demasiado. Mucho muy demasiado.

Que bien...

—Si no bajas ya, se enfriará.

—No hay problema, me gusta la comida fría.

—Lou...

—Sí, si...lo siento. Ya voy, ya voy.

Harry sabe lo mucho que a Louis le molesta ser despertado cuando no tiene necesidad de ir a ningún lado, pero esa mañana en particular, Harry tiene que marcharse y no quiere dejar a Louis sin comer.

—Puedo traerte el desayuno, solo quería que supieras que me voy en veinte minutos, regresaré en la tarde. Yo te llamo-

— ¿Qué? ¿Por qué...? —El omega aún está acostado y hablando contra la almohada, sin impacientarse mucho por las palabras de Harry.

—Mis padres, hoy llegan a la cuidad, voy a recogerlos.

Ah.

Nada importante ¿o sí? No es nada del otro mundo, sabiendo que Louis y Harry no son nada formal, no tienen por qué presentarlo con sus padres, no tiene por qué agradarle a su familia. Además, es cosa de Harry, a Louis ¿que podría importarle?

New York (l.s.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora