New York (l.s.)

7: Un lujo que no se puede pagar.

Pasado
Louis

Playlist #4: ♪♩"Begin Again, Taylor Swift." ♪♩

Era miércoles y un omega, bajito y menudo, caminaba bajo el sol de media tarde.

Louis leyó el mensaje dos veces antes de seguir caminando por la calle; Harry le estuvo hablando de esta cafetería por semanas, debía ser una maravilla si hablaba tan bien de ella. Y es raro, porque Louis había vivido en Brooklyn más tiempo que él, ¿por qué de repente el alfa conocía más lugares? Bueno, no era la gran cosa. Era una cafetería y Louis ama el café así que, todo estaba en orden.

Visualizó el local cuando se encontraba a una calle de distancia. Mierda, necesitaba llevar sus gafas de nuevo, no distinguía nada de lejos. Pero bueno, había llegado. Se miró en el reflejo del vidrio antes de entrar, debía estar presentable, Harry era el primer chico decente que había conocido en meses, no podía dejarlo ir tan pronto. Así Louis se probaría a sí mismo que no era un gran fracaso como lo creían todos a su alrededor.

(¿Habría llegado ya? ¿O vendría tarde? Claro que Harry tenía cosas más importantes que hacer, no solo Louis estaba en su vida. Seguro y se le había olvidado.)

Pero, visualizó al dicho alfa sentado a sus espaldas, en una mesita de madera; tenía una computadora abierta en una página de tumblr, y una taza de café a lado. (Louis respiró de nuevo.) Su largo cabello estaba unido en lo alto de su cabeza, atado con una simple liga negra. Y llevaba una camiseta blanca mostrando a la perfección su fornido torso, no demasiado, pero Harry tampoco era un alfa delgado. Así que, Louis se lamió los labios. Tenía un alfa muy lindo en su vida ahora, uno bueno para pasar el rato. Y era, lindo, educado, divertido..., bueno, Louis estaba ganando en la vida.

Abrió la puerta de cristal, y una campanilla sonó desde lo alto, así que fue evidente que había entrado en el local. Harry parecía haber estado atento, porque cuando se dió la vuelta y lo enfocó con sus preciosos ojos verdes, un haz de luz fue visible desde la otra punta de la cafetería ya que se puso de pie tan rápido como lo vió.

¿Enserio estaba tan feliz de verlo?

¿Por qué?

-Louis. -en cuanto llegó frente a él, Harry lo tomó de la cintura y le dio un pequeño abrazo fugaz. El contacto de su piel, cálida, hirviendo bajo su dermis, calentó a Louis de inmediato. (Gracias, genes alfa) Luego se separó de él y dejó un casto beso en sus labios, Harry sonrío. (¿Por qué sonreía tanto?) -Hola.

-Hola, tú.

- ¿Cómo te ha ido hoy? ¿Buen día? -Y Harry le sacó la silla como si estuvieran en una cita de etiqueta, en un restaurante caro. No en una pequeña cafetería, con sillas viejas. No como si se estuviera refiriendo a Louis. Aun así se sentó, porque supone que está en el protocolo.

-Sí, fue un gran día. Un empleado trajo donas para todos. Creo que quiere quedar bien con el jefe o algo; aun así, se agradece. -Harry se rió, con aquella bonita sonrisa de hoyuelos y brillos que salían de todos lados. - ¿Qué me dices de ti?

-Bien, muy bien de hecho. Me aceptaron en el periódico de la universidad, seré columnista. -dijo con esmero. Louis sonrió, porque le agradaba que Harry estuviera feliz, de hecho, nunca había visto un lado que no fuera el feliz en el rostro de Harry, esperaba no conocerlo estando triste o desanimado. Nunca.

-Eso suena bien, muy bien de hecho. Aunque, ¿pensé que te interesaba más la literatura?

-Ah, sí. Cuando salga de la universidad buscaré publicar un libro. Ahora solo tengo borradores.