Capitulo 2 (PARTE 2)

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-Perfecto, le doy una hora para que reúna todos los documentos, pida la lista a mi secretaria, sé que es poco tiempo, pero es el único momento en que tengo una hora para que negociemos los por menores de tu contratación. Pídele a Lina los documentos de seguridad y la orden para el carné, ¿alguna duda? –ella negó, le demostraría que era la mejor en su aérea, le daría tiempo a su padre y todo estará mejor, estaba segura de ello.

-Todo esta más que claro –el caballero asintió, trabajar con una mujer tan bella será un verdadero placer, solo esperaba que su inteligencia sea acorde a su actitud, parecía ser una mujer muy segura de sí misma.

-Bien, cuando vengas te explicare cuales serán tus funciones.

Al abandonar la oficina, Clarise fue hasta la mujer sentada tras un escritorio a no mas de un par de metros de la puerta, era alta, esbelta, con el cabello perfectamente recogido en una moña alta y un vestido negro con un cinturón blanco, su aspecto era en total concordancia con el lugar, ya se podía imaginar el dolor en sus pies luego de usar zapatos algos todos los días durante todo el día, pero todo sacrificio trae su recompensa.

-Hola, mi nombre es Lina y soy la secretaria del señor Enrique, él ya me indico cual será tu proceso, ahí puedes encontrar mis datos de contacto y los documentos que necesita, si tiene alguna duda no dude en contactarme, estaré para ayudarla –a pesar de parecer seria y arrogante, era una persona de lo más amable, incluso hasta le explicó cuales eran los pasos a seguir para que seguridad le entregase todo lo necesario para su inscripción en el sistema y como acortar el proceso ya que el estudio de seguridad es cada vez peor. En cuanto terminó salió corriendo a casa, por suerte tenía todo lo que necesitaba en su habitación.

-¿Qué sucede, hija? –preguntó su madre preocupada al verla correr escaleras arriba y luego salir casi volando.

-Nada que deba preocuparte, mama, solo dile a papa que cuando realice la venta le transfiera la mitad del dinero obtenido al señor Bembourg, el resto que lo invierta, pero que por favor me pregunte antes de hacerlo, esta es una oportunidad que no quiero ni podemos perderlo. Te quiero, nos vemos en la tarde –le dijo sin siquiera dejar de caminar, el tiempo se le acababa. Tomo su auto y salió a toda velocidad de vuelta al edificio, le quedaban a unos 30 minutos, aunque aquello cambiaria cuando vendiera la casa y se vieran obligados a vivir en el apartamento que poseían, ahí si se tomaría al menos una hora, debía agradecer que no perdería su auto, le seria de mucha ayuda.

Su madre la miro como si se hubiese vuelto loca, pero no se interpuso en su camino, sino que, por el contrario, tomó su teléfono y se limitó a llamar a su esposo e informarle tal como se lo indico ella.

Cuando volvió, ya seguridad la estaba esperando junto con Lina.

-Corre, el señor Enrique te está esperando –le dejó los documentos para su inscripción en el sistema y se llevó los certificados de sus estudios. Estaba por entrar cuando su teléfono sonó, en la pantalla apareció un "Vida", pero no dudo en colgar y entrar con la elegancia que su papel le exigía, si quieres que el mundo tenga una opinión sobre ti, debes creértelo tu mismo para hacer que el resto lo haga.

El saludo fue más bien rápido y un tanto seco, la atención del empresario estaba centrada en los documentos que ella acababa de entregarle. Una vez terminó de revisarlos, tomo un papel, escribió dos cifras en él y luego de lo entregó.

-El de arriba seria tu sueldo, a pesar de tener muchos estudios en diversos cursos y etcétera, te hace falta experiencia laboral, de ahí la cifra, pero siguiendo el acuerdo al que llegamos, tu salario será el de abajo, es el 30%, ¿estás de acuerdo? –la joven no pudo hacer mas que sonreír, no podía estar mas de acuerdo, era una cantidad cómoda, no se daría muchos lujos, pero si podía ayudar con los gastos de su familia, por fin empezaba a ver la luz de esperanza para todos los problemas en los que estaba, además que ejercería su carrera con una de las mejores empresas del mundo, no podía ser tan difícil.

--¿En donde firmo? –él sonrió y le entrego su contrato de trabajo, que no dudo en firmas después de una leída rápida.

-Grandioso. Trabajarás directamente conmigo, antes de ponerte como representante para algun negocio necesito conocer tus habilidades, por ahora, serás como mi ayudante personal, me apoyaras y me acompañaras a todas las reuniones y encuentros de los próximos días –ella asintió, de ser necesario, estaba dispuesta a empezar desde cero.

-Por mí no hay problema.

-Bien, porque empezamos hoy mismo –se puso se pie dejándola en shock, tomo un par de documentos, le tendió su mano y sonrió– vamos, señorita Clarise, nos esperan dos franceses bastante serios y amantes de la puntualidad, así que le ruego que se de prisa; no necesita mas que una libreta y un esfero, se limitará a tomar apuntes, no tiene de que preocuparse, además, luce muy bella, seguro que en cuanto la vean aceptaran mi propuesta –la dama lo miró con una ceja ligeramente elevada antes de tomar su mano y ponerse de pie, Enrique parecía un coqueto empedernido, solo rogaba al cielo no ser su próxima víctima, eso haría de su trabajo un verdadero infierno.

-Como usted diga, solo déjeme pedirle una hoja a Lina, no traigo una agenda conmigo –dijo omitiendo el asunto y dejándolo pasar, tal vez no fue mas que un comentario mal interpretado, no iba a tomar una actitud protectora cuando aún no lo conocía.

-Tranquila, tome –de uno de los cajones saco una agenda vende oscuro con el logo de la empresa en su portada, era muy elegante y a pesar de tener un color bastante oscura, hermosa, del tamaño perfecto porque además de poder llevarla en la cartera tenia mucho espacio para los escritos, le encantaba.

No le dio tiempo de agradecerle el obsequio, cuando levanto el rostro con una sonrisa enorme curvando sus labios, su ahora jefe ya iba cruzando la puerta de salida por lo que no le quedo más opción que prácticamente correr para alcanzarlo, él era mucho mas alto que ella aun con los tacones, le daba mas o menos al mentón, por suerte nunca llegaría a verla sin zapatos altos o luciría como un minion.

Tomaron el ascensor hasta el piso inferior, el edificio no era muy alto, no mas de 5 pisos, pero si era lo suficientemente ancho como para impresionar a cualquiera. La oficina de Enrique estaba ubicada en el último piso, el cuarto piso parecía estar compuesto por salones para exposiciones y/o reuniones según supuso al ver habitaciones con enormes mesas en su centro, sillas y un televisor de tamaño considerable, esperaba poder conocer que había en el resto. Entraron al que a simple vista parecía el más grande, había cuatro hombres, todos tan elegantes que la dejaron sin habla, ni siquiera en los mejores tiempos de la empresa familiar vio personas tan imponentes reunidas con su padre.

-Enrique, tan puntual como siempre –dijo uno de ellos en un perfecto inglés, de no ser por el acento no se notaría que es francés.

-Siempre me tomo mi trabajo muy en serio. Caballeros, me complace darles la bienvenida a Bembourg Company, espero que este día sea muy provechoso para todos. Como bien pueden observar, tienen un folio frente a ustedes, en su interior encontraran todos los por menores correspondientes al negocio en cuestión, tales como gastos, obligaciones de cada una de las partes, clausulas, políticas de acción y, lo que más nos interesa a todos, las ganancias. El día de hoy seré yo quien responda sus dudas, pero para cualquier próxima inquietud o inconveniente será la señorita Clarise quien quede al frente de nuestro acuerdo –la joven sintió todas las miradas sobre ella, pero sus ojos no se apartaron de los de Enrique, no podía creer lo que acababa de hacer, no sabía nada del propósito del encuentro y ya estaba bajo su cargo. Su corazón latía tan fuerte que tenia que en cualquier momento se detuviese.

*** 

UNO MAS, NO PUDE SUBIRLO ANTES PERO ACA ESTA, ESPERO ESTE FIN DE SEMANA SUBIR EL RESTO.

ESPERO QUE LES GUSTE

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FER :D

Entregándome al amor -CAPÍTULOS DE MUESTRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora