-¿No sientes la necesidad de una familia, Enrique? –preguntó Elliot, su gran amigo, mientras este sostenía a sus pequeños hijos, dos niños sentados en sus piernas y una niña que abrazaba con ternura, además de una esposa envidiable que parecía admirarlo desde lejos, él tenía una familia hermosa y realmente perfecta, era feliz y no dudaba de su deseo por verlo gozando de la misma dicha, sin embargo, los deseos que inspiraban su vida eran distintos.
-¿Acaso tu la sentiste antes de enamorarte de Scarlett? Que yo recuerde, eras tu quien mas insistía en la felicidad de la soltería, o así fue hasta que cierta mujer de ojos verdes apareció en tu vida y te dio hijos –le recordó con diversión, cuando se esta tan como con la situación actual nadie piensa en nada mas que mantenerla, o así es hasta que ante sus ojos aparece una razón lo suficientemente fuerte como para desear algo más, era por ello que él se limita a dejar que su vida avanzara con tranquilidad, prefería evitar los afanes o las preocupación, todo llegaría a su debido momento.
-Bueno, amigo mío, es solo que dos de los tres mosqueteros ya fueron cazados, espero con ansias el momento de verte loco por una mujer –Alan entró a la sala con su pequeño hijo en brazos, apenas tenía 10 meses de vida, ambos seguidos por Sara, su esposa, y Alexa, su hija, ese da se habían reunido para celebrarle su sexto cumpleaños, acostumbraban a pasar ese tipo de épocas entre familia.
-Entonces esperemos a que el tercero caiga en las peligrosas redes del amor –concluyó con diversión.
Conocía a Alan y a Elliot de toda la vida, no había un solo recuerdo en su mente en el que no estuvieran ambos hombres, los quería y adoraba como si fuesen sus hermanos, por lo que amaba compartir con sus hijos, quienes lo llamaban tío, a pesar de haber sido criado bajo la idea de la necesidad de una familia, esos pequeños y dulces rostros eran lo único que lo hacía plantearse la idea de procrear, pero al recordar que todas las mujeres que se acercaban a él solo las inspiraba la ambición, desechaba la posibilidad, si algún día encontraba una persona capaz de estar con él si su fortuna desaparecía, entonces sabia que era la indicada, mientras tanto, seguiría disfrutando de los placeres sin compromiso.
Su teléfono sonó por lo que se alejó un poco para tomar la llamada.
-Señor Bembourg, he estado revisando todos los documentos que me dio y he encontrado algo muy preocupante –le dijo su contador, él no era precisamente ordenado con sus documentos por lo que contrato a alguien que le avisara cualquier imprevisto.
-Sea directo que estoy un poco ocupado –pidió con seriedad, quería volver junto a los pequeños, ver como sus rostros brillaban al ver el pastel.
-Usted, hace un par de años, realizo un importante préstamo al señor Necker en el que se firmó un acuerdo de pago, debía consignar una mensualidad durante tres años, pero en los últimos 9 meses no se ha recibido ningún pago –el empresario suspiro, eso era lo que sucedía cuando no se tiene el control total y se delegan tareas a personas incompetentes, como su contador anterior, por suerte noto su error antes de que fuera demasiado tarde.
-¿Cómo es posible que hayan tenido que pasar nueve meses antes de notar tal descalabro? Habla con mi secretaria, que llame al señor Necker y que le pida una cita lo mas pronto posible, si es para mañana mismo mejor. ¿Qué tiene como respaldo del préstamo? –preguntó, su padre le enseño que nada puede ser gratis y todo necesita un seguro, por lo que cuando alguien acudía a él por problemas financieros aceptaba ayudarlo mientras dejara algo, "empeñado", una propiedad que reclamar en caso tal de que la deuda no fuese saldada, tampoco iba a perder su capital en personas que no tienen la inteligencia para hacer multiplicar el dinero, los negocios no son para todos.
-LeoRise International Company, he escuchado que es una compañía encargada de hacer envíos de cargas internacionales, mercancías grandes, en su momento fue una de las mas importantes, hace muy mucho tiempo que deje de saber sobre ellos, tengo entendido que se perdió la confianza en ellos luego de saber sobre las malas inversiones que realizó su dueño, dejo varios ceros faltantes –el joven suspiró, ese tipo de situaciones eran el veneno de toda empresa.
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Entregándome al amor -CAPÍTULOS DE MUESTRA
RomanceTrilogía los tres mosqueteros parte 3 A veces el amor empieza donde menos de lo imaginas, puede que sea en un arrogante y grosero millonario que quiere tener el mundo entero a sus pies o en una dulce y sencilla joven que quiere salvar a sus padres d...