Sus padres siempre fueron un tanto tradicionales, aunque aquello de arreglar un matrimonio para una hija había desaparecido hacia muchos años atrás, ellos veían la vida de forma distinta, después de todo, en su matrimonio fue de alguna u otra forma acordado por sus padres con el propósito de unir dos de las empresas mejor posicionadas del momento en un gran emporio, cosa que funciono y ellos corrieron con la suerte de encontrar en el otro un complemento para su vida, se enamoraron y estarían el uno para el otro en al suenas y en las malas, tal como prometieron frente al altar. Teniendo en cuenta que era lo único que conocían, era lo mismo que querían hacer con su hija, no la obligaban de forma directa y a su manera le hacían saber que era libre de elegir, pero al ver como ellos los observaban con tanta ilusión siempre que su prometido la visitaba y hasta hacían planes para el futuro la dejaban casi atada de mano, no sabría cómo tomarían sus padres al noticia del rompimiento del compromiso, así que no le quedaba más opción que cerrar sus ojos e imaginar que el hombre a su lado era el príncipe azul que el prometieron los cuentos de hadas cuando era apenas una niña.
Se puso su pijama, un lindo conjunto de pantalón y blusa muy sencillo hecho en algodón, nunca fue muy dada a las prendas de seda, tal vez porque nunca tuvo la necesidad de querer impresionar a alguien y se limitaba a pensar en su comodidad. Recogió su cabello en una moña alta poco preparada y empezó a doblar y guardar, al final tenia una maleta de viaje grande y un bolso pequeño en el que llevaría todo aquello que pudiese necesitar en el camino, siempre fue una mujer mas bien practica por lo que no era de esas que al viajar llevaban muchas mas cosas de las que podría necesitar.
Cuando decidió irse a dormir todo lo del viaje estaba mas que listo y gran parte de los objetos que decoraban su habitación empacados, tenia que arreglar con su padre el tema de la mudanza, debían hacerla a mas tardar en dos días, luego contrataría a alguien que les ayudase a vender la casa y poco a poco su vida volvería a tomar el rumbo indicado, solo era cuestión de paciencia y enfocarse en las oportunidades que tenían en frente.
Quito su maquillaje, lavo su cara y se puso un poco de crema humectante, en cuanto su cuerpo cayo sobre el suave colchón no tardo en perder la conciencia, el cansancio físico y emocional del día le estaban pasando factura, aunque fue un sueño casi renovador porque al siguiente día despertó como nueva y lista para empezar en su trabajo con toda la energía.
Se puso una falda color crema que no se ajustaba a su cuerpo, sino que era ligeramente ancha y un body color rojo de manga larga y esposo redondo a junto con sus tacones, un abrigo que le llegaba a la rodilla del mismo tono de la falda, dejo que su cabello cayera libremente por su espalda con no mas que un pequeño boche dorado, unos lindos aretes, una pulsera, maquillaje, su bolso y estaba lista. Al bajar su madre le tenía listo el desayuno, hacia ya un tiempo desde que despidieron a todo el personal de servicio que los ayudaba por lo que ella se vio en obligación de recordar las enseñanzas de su niñez cuando su propia madre le enseño a cocinar unas verdaderas delicias que ahora le preparaba a su propia familia.
-Esta noche viajo a Francia, mama, el Señor Enrique tiene entre manos un proyecto muy importante y quiere que este a su lado en ello, no serán mas de tres semanas así que necesito que se encarguen de la mudanza, mi ropa ya está empacada habría que traer unas cajas para los libros y las decoraciones, papa o tu pueden encargarse de contratar una empresa de mudanzas para que les ayude, hoy conseguiré el agente de viajes raíces que se encargue de vender la casa así que debe estar desocupada a mas tardar en tres días –su padre debía estar preparándose para salir, pero no tenía el tiempo para esperarlo y su mama también podía hacerse cargo de ello.
Su madre no estaba del todo de acuerdo con su viaje, no había acabado de firmar contrato y ya tenía que salir del país, de poder ya habría expresado su inconformidad, perola necesidad era mucho más grande.
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Entregándome al amor -CAPÍTULOS DE MUESTRA
RomanceTrilogía los tres mosqueteros parte 3 A veces el amor empieza donde menos de lo imaginas, puede que sea en un arrogante y grosero millonario que quiere tener el mundo entero a sus pies o en una dulce y sencilla joven que quiere salvar a sus padres d...