Capitulo 4 (parte 1)

1.8K 291 18
                                    

-Tranquila Maya, todo va a estar bien, yo mismo me encargare de ver que así sea, tu solo tranquilízate –la animó Enrique en cuanto cerraron las puertas de la ambulancia, ya se encargaría de averiguar qué fue lo que provocó el accidente, por el momento su única prioridad era su empleada, su bienestar y su pronta recuperación, el resto podía esperar.

No le preocupaba dejar la oficina en manos de Clarise, ella era perfectamente capaz de hacerse cargo por el resto del día, además, para algo era su mano derecha y por lo que pudo ver en su hoja de vida está muy bien preparada académicamente.

-Señor Enrique –lo llamó el doctor, el aludido corrió en su encuentro, tenía el mejor servicio médico de todo Reino Unido para sus empleados por lo que conocía a quienes trabajaban allí– puede estar tranquilo, la señora Maya se encuentra en óptimas condiciones, los golpes que recibió por la caída no son de gravedad y con un poco de reposo será suficiente; le dar un medicamento para que lo tome en caso de que sienta dolor. Tengo entendido que el esposo vendrá a recogerla, no es necesario que la espere, además en este momento está dormida –el empresario asintió.

-Gracias doctor –el hombre dio media vuelta y se alejó a la vez que él tomaba su celular, necesitaba alguien que lo recoja o al menos le traiga su auto.

Después de hablar con Clarise una estúpida sonrisa curvo sus labios al imaginársela sentada tras el volante de su auto, ella era muy pequeña, debía verse hermosa. No le dieron mucho tiempo para soñar con la hermosa daba de ojos claros y sonrisa dulce pues su teléfono sonó sacándolo de su ensoñación– Enrique Bembourg –contestó.

-Nunca pensé que lo llamaría y mucho menos para algo tan... poco común –no necesito escuchar su nombre para saber de quién se trataba, conocía muy bien esa voz tan desagradable, lo que no podía entender era cómo consiguió su número y que era tan importante como para tal llamada.

-Sebastien, diría que es un placer, pero no me gustan las mentiras, ¿en qué puedo ayudarle? –preguntó yendo directo al grano, cada minuto escuchándolo era realmente desagradable.

-Es una cuestión más bien personal, es que intento llamar a mi prometida y no ha atendido a mis llamadas por lo que me temo que su jefe no se lo ha permitido, así que preferí buscar al causante directo –el empresario frunció el ceño confundido, pero que estupidez era la que estaba diciendo ese hombre.

-Creo que esta confundido, yo no tengo nada ver con su prometida, es más, ni siquiera sabía que estaba próximo a casarse, mucho menos voy a saber quién es la desafortunada.

-Por supuesto que la conoce y si no hemos hecho público el compromiso es porque espero el momento indicado para pedirle matrimonio frente a las cámaras y con el anillo más hermoso que una mujer pueda imaginarse, eso y más se merece ella, es que Clarise es lo mejor que me pudo pasar en la vida –los ojos de Enrique se abrieron ante la sorpresa que le causó la noticia, no, tenía que haber un error, esa mujer era demasiado hermosa y dulce para la basura de hombre que era Sebastien, seguro que se estaba equivocando de persona.

-Creo que hay un error – respondió restándole importancia al asunto.

-No hay ningún error Bembourg, ¿O me va a decir que Clarise Necker, mi prometida, no trabaja para usted? Ella misma me lo dijo, trabaja para usted –la tristeza y decepción le cayó encima, no, al traerla a su mente con esa sexy falda y tacones rojos no podía imaginársela de la mano de ese, mucho menos haciendo una vida a su lado.

-Bueno pues déjeme felicitarlo por sus próximas nupcias, pero lamento informarle que su novia y futura esposa no está conmigo en estos momentos, ella está en la oficina así que si no le contesta las llamadas yo no tengo nada que ver y estoy bien lejos de trabajar para usted así que le agradecería si no vuelve a llamarme para estupideces como esas –colgó, no tenía ganas de escuchar más sobre su relación, es cierto que supuso que ella tendría alguna relación sentimental solo que nunca se le pasó por la cabeza la posibilidad de que fuera con él.

Entregándome al amor -CAPÍTULOS DE MUESTRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora