Entregándome al amor -CAPÍTULOS DE MUESTRA

Capitulo 3 (Parte 1)

YO SE QUE SON CAPÍTULOS MUY CORTOS PERO ES ESO O PAUSAR LA HISTORIA QUE ES LO QUE NO QUIERO, ASÍ QUE AQUÍ LES DEJO UN POQUITO MAS DE LO QUE ES EL COMIENZO DE UNA AVENTURA.

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FER

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-¿Es enserio, Apareces ahora después de días sin dar señales de vida y lo primero que haces es pedirme explicaciones? Eres un completo imbécil –dijo llena de rabia. Se deshizo de sus tacones y subió las escaleras hasta su habitación, había sido un día casi que perfecto y no iba a permitir que ese que dice ser el amor de su vida se lo arruinase, tenia la oportunidad de su vida a su alcance y no iba a desperdiciarlo.

-¡Merezco una explicación! ¿Qué quieres que piense luego de que escucho que mi prometida empezara a trabajar con mi principal y mas grande rival? Necesito que me digas que no es mas que un chisme –ella cerró sus ojos y tomo una respiración profunda, aún no lograba entender como es que acepto casarse con él, lo único que le causaba era dolores de cabeza y mil y un arrepentimientos, eso sin tener en cuenta casi nunca lo veía, él siempre estaba viajando de un lugar a otro sin detenerse en busca de una estabilidad.

-Por favor Sebastien, yo no tengo nada que ver entre tus negocios y la competencia que mantienes con la empresa del Señor Enrique, mi familia tiene problemas económicos y él es mi única opción para no terminar en la calle, no pienso renunciar solo porque a ti no te gusta la idea de verme trabajando a su lado –su prometido soltó un gruñido lleno de frustración y rabia contenida, claro, era la primera vez que ella era capaz de decirle no y de mantenerse en su punto sin permitirse ceder ni un poco, tenia mucho mas que perder y no iba a permitir que sus padres pasen necesidades, no mientras ella pueda evitarlo.

-¿No tienes nada que ver? ¡Por favor Clarise, estamos comprometidos! Es obvio que el imbécil ese lo único que quiere es acercarse a ti para conseguir información o tener acceso a mí, no te creas tan importante, no hay razón alguna por la que él estaría interesado en contratar una joven sin experiencia laboral que lo único que conoce de la vida es lo que sus padres le permitieron ver desde su ventana color rosa, o quiere llevarte a la cama –esas palabras la hirieron mas que cualquier otras, solo aquel que no conocía la clase de persona y de mujer que era ella se atrevía a asegurar tal cosa. ¿y ese hombre se convertiría en su esposo y compañero de vida? Cuanto le gustaría echar a la basura su supuesto compromiso.

-¡Usted no es mas que un imbécil! Y es mejor que se vaya preparando porque no pienso renunciar, y no tiene que preocuparse por los intereses de su empresa, después de todo no es como que alguna vez me haya permitido involucrarme en sus negocios, no tengo información que le representen algun tipo de peligro. Mañana me voy de viaje para Francia con el señor Enrique. Hasta luego –colgó y estuvo tentada a lanzar su teléfono contra la pared, peor entonces recordó que su situación económica no estaba para comprar uno nuevo así que prefirió dejarlo sobre su cama.

Tomo el cierre de su vestido y lo bajo, la delicada prenda cayó a sus pies y en ropa interior tomó su maleta y empezó a empacar no solo la ropa del viaje sino también todo aquello fácil de empacar, pronto tendrían que pasarse al apartamento y vender la casa, no había tiempo que perder.

Siempre amo su cuerpo, tenia curvas, no demasiado pronunciada pero las tenía además de un busto voluptuoso y caderas pronunciadas, era por ello que siempre se sintió cómoda caminando en ropa interior o con prendas pequeñas por la comodidad de su hogar, además que le encantaba como lucia la ropa interior de encaje color piel sobre su cuerpo, era sexy, delicado, elegante, lo prefería sobre el rojo.

Sebastien fue y había sido el novio de toda su vida, era hijo de uno de los socios de su padre; era un hombre educado que manejaba su propia empresa con éxito, pero aún tenia a varios por encima y uno de esos era Enrique. Dos años atrás, cuando el aludido le propuso matrimonio, estaba tan acostumbrada a él, que casi lo sentía como un deber por no decir que una obligación; era su prometido, apenas si se veían una vez al año y parecían mas un par de extraños que una pareja que de verdad se ama y esta a punto de unirse de por vida, pero estaba preparada para lo que suceda en Francia, Sebastien estaba allá desde hacía una semana.