Capítulo 29

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La semana había pasado y ya era sábado. En una semana ya mis conocimientos sobre el cine se habían extendido un montón. Lo que me apasiona en este momento es actuar o escribir mis propios guiones para llevarlos a la gran pantalla, pero para eso necesitaba más experiencia y más clases. Nunca en mi vida había prestado tanta atención en clases, estas clases eran diferentes para mí, el interés en estas clases era diferente. En cuanto a mis compañeros son geniales, nos ayudamos unos a los otros constantemente y en cuanto  a Hugo, nuestra relación cada vez se fortalecía más, no podemos estar uno sin el otro.

La luz del sol entra un poco de la ventana. Me estiro un poco y giro la cabeza para ver a Hugo. Sigue durmiendo, tiene su mano apoyada bajo el lateral de su cara. Me quedo un rato contemplando su dulce cara mientras duerme. No consigo resistirme y rozo mis dedos sobre su cara muy despacio. Me levanto, me visto y bajo a desayunar. Al subir otra vez veo que la habitación está vacía. Me quedo extrañada y salgo al pequeño balcón a coger un poco de aire. Entro otra vez y veo  una nota debajo de la puerta. Bajo a cogerla.

“Local Meredith Nº13 Central Street 19:00 p.m

Solo pone eso, ningún nombre ni nada. Me quedo extrañada observando aquel trozo de papel blanco arrancado de alguna libreta de alguna persona que me quiere en ese lugar a esa hora. En ese momento solo me viene a la mente Hugo, quizá me quiere hacer una sorpresa. Me emociono al pensar aquel pensamiento que se me acaba de  ocurrir. Solo pienso en una cena romántica a la luz de la luna mientras alguien toca la guitarra a nuestro lado…

Termino el guión de nuestro cortometraje (idea mía) y luego bajo a almorzar. Nos sentamos todos juntos incluido Hugo, lo noto normal como si nada hubiera pasado. Sabe fingir muy bien. Después planificamos todo sobre el cortometraje. Acabamos al seis y me voy directamente a mi cuarto a prepararme. Hugo se queda extrañado, pero no me pregunta nada, se queda con los chicos hablando. Antes de irme le comento a escondidas a Raquel, con la que tengo ahora más confianza, sobre lo de esta noche. Le pido que me acompañe a elegir conjunto, ella acepta muy alegre. Elegimos unos pantalones cortos rosas altos con una camisa blanca corta y unas bailarinas. Raquel enciende la plancha para el pelo y me lisa todo mi pelo rubio.

-¿Puedo quedarme con tu pelo para siempre?- me dice siempre.

Luego me maquilla como una experta y allí estoy, nerviosa y con ganas de llegar al destino. Raquel me desea mucha suerte y cojo un taxi. Aquí es muy divertido coger un taxi, aunque un poco estresante debido a la cantidad de tráfico y de gente que hay, pero solo tienes que sacar tu mano hacia la carretera y gritar a todo pulmón: TAXIII

Estar sentada en un taxi siempre me hacia recordar aquellos momentos con Hugo, aunque también me venían momentos malos, pero prefiero recordar los buenos. Aquí los taxistas no te hablaban, solo tú les decías la dirección y te decían el precio, fin de la conversación de cada trayecto.

Salgo del taxi y miro hacia todos lados buscando a Hugo, pero nada. Cientos de personas caminan alrededor y me miran raro por verme en medio de la calle parada con la mirada perdida. Necesito encontrar el local, solo tengo que preguntar alguien.

-Perdone- le digo una joven de pelo rubio, sigue su camino pasando de mi. Sigo caminando sin rumbo intentando preguntar a alguien que tenga aspecto agradable, pero nadie se preocupa por contestarme. Exhausta y molesta me aparto de la corriente de gente y me arrimo a la pared de una cafetería ¿Llamo a Hugo para que me busque y vayamos junto a donde quiere? Miro al suelo desesperada, pero algo me llama la atención. Un color rojo que proviene del suelo. Cientos de pétalos rojos están colocados por un callejón. Es un callejón oscuro con cientos de pétalos rojos haciendo un camino. Me da miedo al principio, pero algo me dice que tengo que seguir esos pétalos. Los persigo poco a poco hasta llegar a un ramo vacío con una nota al lado.

En la puerta que tienes a la derecha di tu nombre”

¿Qué clase de juego estás haciendo Hugo? Digo en voz alta. Giro la cabeza hacia la derecha y veo un local de color negro con una cola de gente y un hombre alto todo vestido de negro dejando pasar poco a poco a la cola de gente. Me acerco hacia el hombre lo que hace que la gente empiece a protestar, me asusto.

-Amy Woodley- digo tímidamente. El supuesto guardia me mira raro, pero después asiente y me deja pasar. Mientras entro a ese extraño lugar, escucho voces de protesta detrás de mí. Las voces se callan, ya estoy dentro. El local es grande, tiene un pequeño escenario en frente y unas cuantas personas esperando delante del escenario. Me coloco entre el gentío y empiezo a pensar por qué Hugo quiere que venga aquí. Unas personas empiezan a colocar instrumentos en el escenario junto a un micrófono. Envuelta en mis pensamientos alguien decide a hablarme.

-Creo que estos tíos son malos- dice una voz masculina, me quedo mirando al escenario intentando reconocer algún cantante.

-No sé ni quiénes van a tocar- digo sin todavía mirarle la cara. Su voz me resulta muy familiar.

-Pacific- mi corazón se para. Me quedo inmóvil. Miro al chico.

-OH DIOS MIO- Me giro y lo abrazo con todas mis fuerzas. Comienzo a llorar.-. ¿Cómo es que estás aquí?

-Te dije que algún día vendría- me susurra-. Y ese día es hoy.

-No sabes cuánto te he extrañado, Logan- le digo colocando mis brazos en sus hombros. Me devuelve una sonrisa.-. ¿Y lo de las rosas? ¿Las notas? ¿Eras tú?- asiente. No era Hugo, todo el rato había sido Logan. Dejo a Hugo apartado en una esquina de mi mente.

-Quería hacer esta ocasión especial- me dice con una dulce sonrisa.

-Pues lo has conseguido- Sale al escenario todo los componentes de Pacific, ahí estaba Dean con su pelo rubio alborotado. No me lo podía creer, estaban ahí. Logan saluda a Dean y él le saluda también y comienza el concierto. Bailar es una cosa, pero bailar tus canciones favoritas era otra cosa totalmente diferente. Saltamos, cantamos Logan y yo sin descansar. Llevaba tiempo sin estar con él, ya lo necesitaba.

Exhaustos de tanto bailar nos sentamos en unos sillones próximos mientras suena This Night is almost over.

-Gracias por venir, si vieras todo lo que hemos hecho…- le empiezo a contar todo lo del curso mientras él asiente alegremente.

-Me encanta que estés así de feliz- y sí era verdad que estaba feliz, estaba haciendo lo que me gustaba, tenía a Hugo y ahora estaba con Logan. Estamos sentados bastante próximos uno al lado del otro.-. ¿Y cómo está mi primo?- me quedo un instante paralizada, me da miedo contarle que Hugo y yo estamos juntos.

-Bien- digo sin mirarle.

- A ver si lo veo a él también- asiento.

Nuestra conversación parece nunca terminar y eso es lo que me gusta. Nunca nos cansamos de hablar. Logan coloca su brazo detrás de mí apoyado en el sillón. De repente nuestra conversación se corta al ver un rostro conocido entrar por la puerta, es Hugo. Se queda paralizado con los ojos abiertos mientras observa cómo estamos colocados.

De la oscuridad hacia la luzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora