XXXVII

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Chan

Minho y yo vamos montados en un taxi rumbo a mi departamento. Estamos sentados en la parte trasera y nuestros hombros se rozan, sin embargo, no hacemos el intento de hacer otro movimiento. En primera porque apenas hace unas horas que somos novios y aún nos falta mucho por descifrar como pareja (sobre todo teniendo en cuenta que soy el primer novio de Minho), "novio" me encanta como suena aquello; y segundo porque probablemente el taxista lo vería a mal y no quiero causarle problemas a Minho en un momento tan importante como este.

Debo decir que la cosas salieron bastante bien. Después de haber bailado al menos tres canciones y de unos cuantos pisotones, la cena llegó y Minho no paró de reír por varios minutos cuando se dio cuenta de que pedí ramen sin picante.

Si me ponía a pensarlo todo era como antes, seguíamos tratándonos como amigos, pero el aura entre nosotros era distinto. Ahora ya no teníamos que evitar mirar al otro, aunque a veces lo hacíamos por vergüenza.

Durante el viaje ninguno de los dos habló, probablemente porque estábamos procesando lo sucedido.

Cuando el carro se detuvo, ambos bajamos y pagué antes de entrar al edificio.

No voy a mentir sentía todas y cada una de mis terminaciones nerviosas mientras subía las escaleras. La última vez que Minho y yo habíamos estado solos en mi departamento, bueno, pasó que tuve sexo con el chico más sexy que he conocido.

Abro la puerta y cuando me giro a verlo supongo que él está pensando lo mismo pues su rostro está coloreado de un rosa cálido.

—Adelante —digo y trato de sonreír lo más casual que pudo.

—Gracias —me contesta en un susurro.

Por un momento se detiene ahí en la cocina, sus ojos no se despegan de donde está el lavatrastes junto a la ventana.

—¿Todo bien? —pregunto.

Me mira y en sus ojos puedo ver un brillo que no termino de comprender.
Por un tiempo guarda silencio, pero luego se limita a asentir.

—Sí. —Me sonríe.

—Muy bien. —De repente me encuentro sin saber qué hacer—. Ya... ya es tarde —digo con obviedad, pasan de las 11:00 P. M. según el reloj de mi cocina—. ¿No piensas volver a esta hora a tu departamento verdad?

Se lo piensa, la verdad es que me preocupa y también está el hecho de que no quiero que se vaya.

—Mmm, ¿te molestaría si me quedo? —pregunta y después muerde su labio.

—No, para nada.

**

Me siento en mi cama y comienzo a morder mis uñas, ahora mismo espero a que Minho salga del baño ya que le presté una pijama.
Mi celular suena anunciando un nuevo mensaje.

LA mejor caRA
¿Y? ¿Cómo te fue?
¿Nuestra operación fue todo
un éxito?

Observo su mensaje, estoy tan emocionado que ni siquiera sé cómo escribir todo lo de hoy.

LA mejor caRA
¡Contesta! No hagas las cosas
tan dramáticas. 😒

CHAN
Perdón. Qué desesperada.

CHAN
Digamos que...

LA mejor caRA
¿Que, qué? Suelta la sopa
cabeza de brócoli.

Baby Boy ✓ MinChan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora