Baby Boy ✓ MinChan

LIII

Minho

No me doy cuenta el momento en el que los fuertes rayos de sol entran por las cortinas de las ventanas. Sin embargo, hacen que mi mente se despeje un poco, me muevo dejando la posición fetal en que estaba y me arrepiento al momento. El cuerpo me duele, no había reparado en que me había mantenido en esa postura toda la noche. Mis ojos también arden y a pesar del sueño que tengo, me siento incapaz de cerrar los ojos por más de dos segundos.

Ayer, después de que Chan me dejara, me las arreglé para volver a mi departamento y me encerré en mi cuarto, lloré y la imagen de Chan yéndose de mi lado se repitió constantemente en mi cabeza. En algún punto de la noche Changbin y Seungmin tocaron y rogaron para que los dejara entrar, estoy seguro, aunque en ese momento se escuchaban lejanos, como en una segunda dimensión.

Me siento en la cama y tomo aire antes de ponerme en pie, pues tal como lo pensé al momento un mareo recorre mi cabeza.

Con unos cuantos tropiezos voy al baño. Me miro en el espejo y lo que veo es horrible. Tengo los ojos hinchados, rojos y tristes, mis labios están resecos y mi cara algo más pálida de lo habitual. Y aunque es deplorable, no es ni la mitad de doloroso que la cara deshecha que Chan portaba ayer.

Muerdo mi labio en el cual ya hay una marca por las incontables veces que lo he hecho, pellizco mi nariz y froto mis ojos, pero vuelvo a llorar. No importa cuánto lo intente, las lágrimas parecen no querer parar.
Son el recordatorio de que lo jodí. Lo jodí todo.

Finalmente simplemente lavo mi cara y vuelvo a la cama. Un mensaje llega a mi celular, mi corazón se detiene un segundo. Pero conozco a Chan, aunque él no lo crea, y sé con certeza que no es un mensaje de él.
Lo reviso, pero es una simple mensaje de la línea telefónica que tengo.

Suspiro e institivamente voy a mis mensajes. Abro la conversación que hace todos mis días mejores.

BABY GROOT
Entonces nos vemos
en casa de Felix en
un rato.

BABY GROOT
Cuídate. Vengan con
cuidado, ¿ok?

BABY GROOT
Te quiero. ❣️

Ponen los últimos mensajes en la conversación, mandados ayer por la noche.
No los contesté. Changbin y Seungmin me habían apresurado para salir a tiempo y no me había dado tiempo a responder. Tampoco pensé que hiciera falta. También te quiero, quisiera contestar ahora, pero mis dedos se quedan tiesos sobre el teclado y finalmente apago la pantalla del celular.

Escondo mi cara entre mis manos y finalmente las hundo en mi cabello. Respiro hondo, la impotencia vuelve a mí. Fue mi culpa y aunque intente arreglarlo, la última palabra le pertenece a Chan. Y sé con todo el dolor de mi corazón que aceptaré cualquiera que sea su decisión. Aun si eso rompe mi alma.

Podría parecer que me estoy dando por vencido, pero no es así. Simplemente amo demasiado a Chan y quiero que esté bien, si esa es su manera de estar bien, entonces lo aceptaré.

Alguien toca la puerta y salto un poco en la cama por el susto.

—¿Minho? ¿Estás despierto? —Seungmin toca la puerta.

—Sí, estoy despierto —digo con un hilo de voz.

—¿Puedo pasar? —Su voz es pura preocupación.