Ben 10 El Héroe Del Escudo

el destino del heroe del escudo

Estaba un castaño de 16 años, caminando por las calles de su ciudad como cada día, vistiendo una playera negra con verde, en el pecho tenia el numero 10, pantalón marrón con varios bolsillos.

Caminaba muy pensativo, tomando su bebida favorita, el smudy de uva recordando un raro sueño que tuvo.

"Estaba él sentado en una montaña, con un viento que mecía su pelo castaño, su vestimenta era extraña la cual tenía una capa verde que se media con el aire.

Una pelota de cuero extraña golpeó su pierna, una niña castaña corrió tras ella, él castaño solo tomó el balón, para darle dicha pelota a la niña de aparente diez años, con orejas y cola de mapache, cabello castaño y ojos violeta, ella sólo aceptó dicha pelota."

"Que sueño más extraño", pensó antes de pisar algo por accidente, se arrodilló era un libro de portada roja, miro a todos lados en el parque donde estaba pasando no estaba nadie.

"¿El cuento de los cuatro héroes?", leyó en su mente la portada de dicho libro, sin nada más que hacer sólo lo tomo para irse de allí, él caminó hasta llegar a un punto clave, tocando el arma más poderosa hablo.

-Blukid, Driva, ¿Me llevan con el tele transportador?-Preguntó Ben, dirigiendo su mirada al cielo.

-A la orden Ben, ¿Traes smudis?-. Dirigió su vista a la bolsa que llevaba Ben en su mano derecha.

-Si, tengo de fresa y uva, lo que pidieron-. Con dichas bebidas en mano, en un segundo fue transportado a un lugar distinto muy tecnológico con un puntero atrás y una máquina delante.

-¡Ben!-. Dos pequeños de piel gris fueron corriendo tomando dichas bebidas para tomarlas.

-¿Oigan el abuelo o Ruck?-. Preguntó con preocupación en su rostro.

-El magistrado está fuera del planeta-. Aseguró.

-Ruck esta de vacaciones y fue con su familia-. Contestó con seguridad.

-¡Ay! Y yo aburrido aquí, sin nadie a quien salvar o patear.
En cambio eso es bueno la paz tiene que seguir-. Dijo antes de ir se por una puerta cin ka mirada ambos galbans, el héroe llego a la salá central de la atalaya y sin nada qué hacer solo abrió aquel libró de tapa roja.

-"En un mundo donde lo mágico existe, la paz reina un día la paz termina con olas de calamidad llenas dd seres sedientos de sangre"-. Relató mental mente y siguió leyendo."Para poder pelear con ellos, son invocados cuatro héroes con un arma para defender la lanza, espada, arco y escudo"-.

"Veamos, aquí están los héroes con sus armas y aquí una princesa, nunca falta una... "damisela en apuros"-. Con un cierto tono burlesco dijo en sy mente."Bueno ahora si, espera no hay nada, sus hojas están en blanco". Se dijo corriendo las hojas con gran velocidad, hasta que un brillo lo cegó por completo.

El castaño caía en un enorme túnel de luz, hasta que tocó el suelo con un fuerte golpe en su trasero, se levantó para ver a un grupo de cinco hombres, era como una secta.

-¡Funcionó! ¡invocamos a los cuatro héroes!-. El castaño sólo se levantó, miró a un lado y notó que estaban otros con él, un rubio de pelo largo atado en una coleta sujetando una lanza, otro de pelo amarillo verdoso con un arco y por último un chico de pelo negro con una espada.

"Un momento...", pensó para ver un escudo en su brazo derecho, este era gris brillante con una gema esmeralda en el centró.

-¿dónde estámos?-. Preguntó el chico de la lanza.

–¡¿Como llegamos aquí?!–. El héroe de la espada gritó apuntando su arma contra los hombres.

-Tranquilos héroes de la espada el rey de nuestro reino quiere tener una audiencia con ustedes el les explica todo, por aquí, por favor-. Se vieron uno a otros para comenzar a caminar bajando unas escaleras, el castaño miró su reloj, lo activó, tenia a todos sus alíens cada uno.