CHILDREN BEHAVIOR [Zodiaco]

☪ [07].

-Genevieve...

-Dime, Paris...

Ambos estaban sentados en una de las mesas de un bar cerca del instituto con cafés helados en sus manos, se había hecho costumbre que ellos dos y Aurora pasaran tiempo allí luego de clases. Últimamente el trío se estaba volviendo un muy buen grupo de amigos, a pesar de la diferencia de año.

-Ya que hoy no está Aurora... -suspiró. Estaba nervioso, y no sabía cuál sería la respuesta de la mayor.- Quería confesarte algo...

Genevieve, quien estaba con su celular revisando si Aurora había subido alguna foto a su instagram, levantó la vista del aparato electrónico y lo miró espectante animándolo con un leve movimiento de cabeza mientras tomaba un poco de su café.

-Me gusta Aurora -confesó pronunciando clara y cuidadosamente cada palabra.

Genevieve lo miró como si por arte de magia le hubieran crecido dos cabezas. No dijo nada, ni tampoco se movió de su lugar.

-Oh... -murmuró luego de un largo minuto.- Eso... Eh... Bien -sonrió levemente y carraspeó tratando de absorber el nudo en su garganta.

-¿Ocurre algo? -preguntó preocupado Paris por la extraña actitud de su nueva amiga.

-Eh.. No. Lo siento, me atraganté con algo del café.

Genevieve volvio su atención a su celular, y para su infortunio, al sorprenderse con lo que Paris le había confesado, sin querer había presionado doble en una foto de Aurora, y esa foto era con Elliott. Iba a decir un insulto, pero a otra situación reclamó su mirada.

Paris sacó un cigarrillo de su bolsillo y lo encendió mientras seguía leyendo el libro que tenía en frente.

-Gen, de nuevo me miras como si tuviera algo en la cara. ¿Qué ocurre?

Genevieve abrió aún más sus ojos y señaló su cigarrillo. Para ser sincera, nunca le había gustado el olor que tenía, la hacía estornudar como loca.

-Oh, cierto. Me ayuda a calmarme cuando me pongo ansioso por algo.

Genevieve solo asintió mirando cómo intoxicaba sus pulmones una y otra vez mientras contenía su estornudo. Se veía tan relajado y tranquilo que hasta le daban ganas de probarlo, aunque se había prometido que nunca fumaría. Además sus padres nunca se lo permitirían, y si la descubrieran sería el fin de su vida y pasaría a ser educada en casa.

-En serio, Gen. Me preocupas y me estas incomodando, deja de mirar tan fijo -confesó con suavidad Paris, y luego soltó un suspiro.

-Lo siento... Es que estaba pensan...

-Deja de pensar tanto. Creo que no te vendía mal probarlo, en serio.

Y dicho esto, Paris le extendió el cigarrillo, incitando a que por primera vez intentara fumar.