CHILDREN BEHAVIOR [Zodiaco]

☪ [12].

Lunes había llegado, y era un día muy caluroso, y según Arielle, quien amaba leerle no sólo el clima, sino también las cartas natales a sus amigos, iba a llover bastante a la tarde.

-Entonces espero salir antes de que empiece a llover del instituto... -se quejó Lincoln.

Hace unos días que no entrenaba con Timothy, y aunque este último le había confesado que no tenía rencores por lo que habia sucedido, realmente no se animaba a verle la cara.

-Quizas pueda quedarme, y si llueve al menos nos iremos juntos -comentó Arielle, con una sonrisa de propaganda.

-No es necesario, Ari... -habló Lincoln nuevamente.

No quería que se quedara sólo por el hecho de que sabía que ella quería verlo entrenar con Thimothy, pero no que estaría viéndolo a él, sino que quería admirar a Thimothy. Y Thimothy entrenaba sin remera, y le molestaba. Demasiado.

Pero Arielle no se rendiría tan fácilmente, estaba decidida a, de alguna manera, llamar la atención de Timothy.

-En serio, Lin... Quiero quedarme, y me quedaré -confirmó, dando el veredicto final, sin lugar a que su mejor amigo pueda contradecirla.- ¿Y tú, Lori?

-¿Qué? -preguntó sin saber de lo que hablaban. Estaba pensando en Elliott, y en lo que podía hacer para lamentar su ausencia del viernes.

Se sentía pésima, y su estómago no dejaba de dolerle. La culpa la estaba matando por dentro.

-¿Qué harás luego de clases? -preguntó Lincoln.

-No lo sé... -frunció el ceño.

Acto seguido, sacó su celular y le envió un mensaje a Savannah con rapidez.

"¿Podemos hablar? Necesito
preguntarte algo"

Sus amigos solamente rodaron los ojos, sabiendo que ya habían perdido su atención otra vez.

Loretta miró a lo largo del pasillo, y notó que la hermana de Elliott la estaba mirando muy fijamente, como si quisiera que algo de ella se destruyera. Lo único que hizo fue mirar al suelo con vergüenza, entendía su enojo, y no iba a contradecirlo.

-¿Puedes dejar de acosar a la pobre chica y poner atención a lo que está sucediendo en la entrada? -la sacudió del hombro Calvin, a lo que respondió con una mirada de desagrado.

Le hizo caso a su amigo, y dirigió su mirada a la entrada del pasillo del instituto. Su mejor amigo Vincent estaba caminando incómodamente hacia ellos, con una chica a su lado hablándole. Él sólo la miraba de reojo por momentos, pero asentía a lo que le estaba diciendo, como si estuviera interesado. Sus mejillas al rojo vivo, más de lo normal, y su cabeza en dirección al suelo, como si le diera pudor.

La chica parecía agradable, llevaba gafas redondas, su piel estaba bronceada y su cabello azabache alcanzaba sus caderas. Su vestimenta era normal, un jean negro, con zapatillas estilo militar y una camisa ancha y grande para lo que era su cuerpo. Unas chicas a su lado, pero no tan cerca, le sonreían y la animaban a hablar.

Fue algo perturbador ver a la chica estirar su mano para que Vincent la tomara. Definitivamente no era un saludo que implementaran en la secundaria. Calvin y Cassiopeia ahogaron una risa, al ver que su amigo apresurada su paso para llegar a ellos.

-¿Qué fue eso? -preguntó Calvin, con una sonrisa burlona.- ¿Pactaron pasarse las tareas de matemática o algo por el estilo? Porque ese saludo es deprimente.