Capítulo 17

6.5K 783 329
                                    

No había razón, pero el chico no pudo haberlas sacado de allí porque si. El único que sabía donde estaban las famosas pastillas, ahora entendía porqué se había sentado a su lado. ¿Para qué querría su medicamento? El pecoso seguía sin comprender, buscaba un porqué, un motivo, nada se le venía a la mente. Tomaba su frente, echándose para atrás en el sofá, soltando un tosco suspiro.

- Ese chico desde el principio no me ha agradado. - Dijo el mayor, con un tono serio.

- Sólo sientes celos de él. - Rió para sus adentros.

- ¿Por qué tendría celos? No somos nada ¿verdad? - Una especie de punzada atacó el corazón del castaño, no lo demostraba, pero esas palabras habían dolido. Entonces ¿Esos besos no fueron nada? ¿Esas pequeñas caricias? ¿Todo fue un simple juego?

- ¿En serio no somos nada? Luego de ese beso yo...- Seo lo interrumpió, esta vez con un dulce y cálido beso.

- Si quieres que seamos algo podemos intentarlo. - Dijo todavía cerca de sus labios. Ambos se miraban fijamente a los ojos, que te guste el mismo género no es algo "normal" ¿qué dirían sus padres? ¿Qué pensarían sus amigos? A ninguno le importaba eso ahora. El pecoso lo besó apasionadamente, el sonido morboso de ambas bocas unirse retumbaba en el salón. Sucedió igual que la vez anterior, sólo que ahora fue algo más salvaje. A pesar de que él mismo quería un de a poco con los sentimientos que los dos sentían este ya no se aguantaba las ganas. Por unos minutos se olvidaron de lo que hablaban, lo que estaba pasando, y lo que podía pasar.

[...]

- ¿Crees que con sólo quitarle esto lo harás sufrir? - Rió.

- No directamente, pero sé que será en gasto en su bolsillo. - Explicó.

- Sabes que ellos están sospechando de tí ¿verdad?

- ¡¿Qué?! - Exclamó la chica, soprendida.- No puede ser.

- Parece que la gran idiota dejó pistas al alcanze de la gente. - Mantenía esa sonrisa, Su Jin la odiaba.

- No se te ocurra llamarme así, o si no...- Lo miró de forma amenzadora mientras lo apuntaba.

- O si no ¿Qué? ¿Me quitarás mis pastillas? - Se echó a reír. La mujer rodó los ojos algo indigmada. - Si la policía llega un día a tu casa espero que no me delates, o puedo matarte y sabes que soy capaz. - Esta vez dejó el humor de lado, tornándose algo serio al tiempo que tomaba sus cosas y dejaba el lugar.

[...]

El cuarto estaba totalmente a oscuras, las cortinas estaban unidas, tapando la luz del Sol. Aún era temprano para ambos chicos que dormían abrazados. Bang Chan entró apresurado a aquella habitación, encontrándose con una imagen que no lo sorprendió mucho. Desde el primer momento supo que algo había entre esos dos. Verlos allí, con sus tiernas pijamas, abrazados y con una pequeña sonrisa en sus labios mientras dormían era algo muy tierno desde su punto de vista. Decidió cerrar lentamente la puerta para dejarlos dormir.

[...]

- Hoy saldremos. - Dijo Félix mientras comía su cereal.

- ¿Dónde? - Preguntó Changbin, realizando la misma acción que su acompañante.

-  A departamento de Su Jin. - El mayor escupió un poco de su comida en el plato ¿Irían a ver a esa loca de nuevo?

- ¿E-Estás seguro? ¿Qué le vas a preguntar?

- Le preguntaré a quién le depositó todo ese dinero.

- ¿Y crees que te va a decir? - Bufó.

- Tiene que hacerlo o la demandaremos por abuso.

- ¿No la denunciaremos igualmente?

- ¿Sabes algo? La policía no tomará en serio que una chica abusó de tí, nadie nos creerá, pero ella es tan tonta que nos dirá la verdad enseguida. - El pelinegro lo miró con una expresión no muy segura, esa chica podía ser idiota ¿Pero tanto asi? - ¿No crees que funcione? - Su amigo negó algo dudoso, tampoco tenía una idea mejor.

- Supongo que podemos hacer eso. - Se encogió de hombros aceptando aquel loco plan.

Changbin de algún modo tenía miedo de volver a aquel lugar, era normal ya que esa chica le había causado un gran daño. A pesar de que no demostraba temor ni presentara síntomas de algún trauma, él sufría ¿Se imaginan estando bajo una persona sicópata que te quiere para él?

[...]

Félix empujaba con algo de fuerza ambos mangos de la silla de ruedas, el viento de aquella fría tarde removía sus cabellos hacia atrás, dejando sus frentes descubiertas. Pronto llegarían a su destino, el mayor estaba un poco inquieto, pero si no la encaraban ahora ¿Cuándo lo harían?

Estaban frente al edificio, aquel amplio y moderno inmueble. El pecoso suspiró y avanzó hacia la entrada, junto con su, ahora, más que amigo. El elevador tardaba un poco llegar, un sonido se hizo presente y las puertas se abrieron, dejando ver un espacioso perímetro al que ya acostumbraban. Mientras subían ambos estaban nerviosos, no tenían un diálogo preparado, sólo buscaban una cosa: saber a quién le depositó aquel dinero. Sabían que Su Jin era culpable por haber contratado a esa persona o algo parecido, pero el verdadero criminal sería el sujeto que causó el fatídico accidente que se llevó la independencia del mayor.

Aún no hablaban sobre lo de Hyunjin, incluso lo habían dejado de lado pensando que lo había hecho por algo bueno, o que simplemente esas pastillas se perdieron y ya. Nuevamente el ascensor se abrió, pasando al piso seleccionado. Lentamente se dirigieron hasta el apartamento correpondiente. El pecoso soltó ambos mangos cubiertos de goma para golpear la puerta, tenía miedo. Dos golpes bastaron para que una bella chica de ojos azulados abriera ¿Quién pensaría que una joven tan bonita como ella sería una adicta al sexo? "Las apariencias engañan" y esa sería la frase que marcaría la vida de ambos.

Anexo || Changlix ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora