- Hola - Dijo seco.
- Félix, lamento no haber llamado antes, estaba en un asunto importante.
- No importa. - Estaba sentado en su cama, mirando a la nada, necesitaba ayuda, quería salir de ese lugar luego del funeral, pero su madre lo impediría a toda costa.
- ¿Estás bien? - Preguntó, sabiendo que algo pasaba.
- Sólo...¡Agh! - Golpeó el colchón con toda su fuerza. - Mamá me está haciendo la vida imposible.
- ¿Qué hizo ahora?
- Quiere que estudie aquí, en Australia.
- ¡¿Está loca?! - Razonó sus palabras. - O sea, si tu quieres puedes quedarte, pero...te extrañaría mucho...- Lo último lo dijo con algo de duda ya que no acostumbraba a usar palabras, de alguna manera, tiernas.
- ¡Claro que no quiero! No sé que ocurrió con ella estos días, cambió mucho.
- Tal vez el dinero la tiene así, sólo piensa en ella.
- Ni siquiera quería pagarle algo decente a papá, dice que es un gasto.
- Está cegada, debes hacerla razonar.
- ¿Qué quieres que diga? ¿Qué es una ambiciosa?
- Sólo ve y habla con ella tranquilamente, hazle ver que realmente quieres volver para acá y hacer ver tus habilidades. Supongo que ya pagó la funeraria.
- Si. Creo que tienes razón, hablaré con ella.
- Te aseguró que ella entrará en razón. Te debo cortar, llamo más tarde.
- Okey, adiós. - Dejó caer el celular de sus manos, volvió a fijarse en el punto de antes, reflexionando sobre lo que diría.
[...]
Su madre hacía muy bien en decirle simplemente que se quedara, él no tenía el dinero suficiente para comprar un pasaje de vuelta y no podría sacar ni un peso del dinero ya que estaba en una cuenta bancaria. Bajó las escaleras, dirigiéndose a la cocina, donde se encontraba su madre. La mujer tenía una botella de un licor desconocido para él, en sus manos. Bebía como una total borracha. Se fue acercando de a poco, ella empezaba a hablar sola, lo que el pecoso aprovechó para escuchar algunos disparates que soltaba.
- ¿Qué se cree ese idiota pagando estupideces a mi hijo? Tenía bien merecido morirse. - Uno que otro trago más hacía que su voz fuera cada vez más rasposa. - Debiste ver tu cara cuando me viste con aquel tipo, fue patética. - Comenzó a reir. Félix no aguantó más detrás de la pared, encarando a su madre.
- ¿De qué tipo hablas? - Dijo serio. Su madre abrió los ojos hasta no poder más, luego siguió tomando, empezando a reir nuevamente.
- Tu padre nunca estaba en casa, ni siquiera me daba una cantidad de dinero aceptable, era un bastardo. - Soltó.
- No era su culpa, tú no trabajabas, él se sacrificaba por la familia.
- Al menos debió darme más dinero. - Bufo.
- Responde ¿Quién es ese "tipo"?
- Un amigo, tuvimos unas cuantas noches - Sonrió. - me daba dinero, nada más.
- ¡¿Nada más?! ¿Cómo puedes hablar así de fácil? ¡Le fuiste infiel a papá! - Estaba irritado.
- Eso ya no importa, él lo supo y ahora está muerto, no vale la pena pelear por esto.
- ¡Claro que sí! Ahora entiendo todo. ¡Papá te vió con ese sujeto, por eso no estaba en la casa, se fue. Empezó a emborracharse y tuvo un accidente por culpa de eso. - Se iba acercando a su madre, hasta quedar frente a ella y quitarle la botella. - ¡Tú tienes la culpa de su muerte y ni te inmutas!
- ¡Oye, no tengo la culpa que condujiera en ese estado! - Gritó, de su boca salía un olor repugnante.
- ¡Pero tienes la culpa de su borrachera, el no consumía alcohol! - Esta discusión no se basaba en nada más que griteríos.
- Ya, ya. - Dijo cerrando los ojos, afirmándose en la encimera. - Me duele la cabeza, estoy borracha y no quiero pelear más. - Se estaba llendo, pero Félix tomó su muñeca.
- ¿Todo fue una mentira? Tus lamentos, lágrimas, tristeza...¿Todo?
- Si. - Aunque estuviera de espaldas al chico, este podía ver perfectamente una curva cerca de sus mejillas, estaba sonriendo descaradamente.
- No me quedaré aquí, me iré lejos de tí cuando sea el funeral. - La soltó.
- Ni siquiera tienes dinero, pero luego del funeral te vas de mi casa a ver si eres suficientemente hombre para vivir solo por ahí. - Se fue.
[...]
- Su madre está loca. - Bufó Changbin. Realmente estaba molesto con esa mujer que estaba haciendo lo posible por separarlos de alguna manera.
- ¿No crees que sería buena idea que fueras para allá? - Dijo BangChan, tratando se encontrar una solución.
- Podría ir, pero si no sale como espero no tendré en donde quedarme.
- Yo voy contigo, tengo un pequeño departamente allí. Solía vivir en él.
- ¿En serio?
- Si. La idea es traer a Félix de vuelta y ya, no será tan complicado.
- Eso espero. - Dijo no tan esperanzado.
- Oye - Tocó su hombro, reconfortándolo. - verás que todo sale bien. Compraré pasajes esta tarde para mañana, iremos lo antes posible ¿Si?
- Gracias. - El mayor se paró, dándose un cariñoso abrazo que lograba tenerlo expectante ante lo que podría pasar, a lo que le podría pasar a su relación con el pecoso si lo que planeaban no resultaba.
¿Me regalas una
estrellita? UwU
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Anexo || Changlix ✔
FanfictionUn romance de niños que se convirtió en un infierno. Félix no creyó que la chica que amó durante años pudiera romperle el corazón de esa manera. Un joven no tan amigable se cruza por su camino, haciéndole sentir cosas raras que desde un principio su...