Capítulo 23

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- Hola - Dijo seco.

- Félix, lamento no haber llamado antes, estaba en un asunto importante.

- No importa. - Estaba sentado en su cama, mirando a la nada, necesitaba ayuda, quería salir de ese lugar luego del funeral, pero su madre lo impediría a toda costa.

- ¿Estás bien? - Preguntó, sabiendo que algo pasaba.

- Sólo...¡Agh! - Golpeó el colchón con toda su fuerza. - Mamá me está haciendo la vida imposible.

- ¿Qué hizo ahora?

- Quiere que estudie aquí, en Australia.

- ¡¿Está loca?! - Razonó sus palabras. - O sea, si tu quieres puedes quedarte, pero...te extrañaría mucho...- Lo último lo dijo con algo de duda ya que no acostumbraba a usar palabras, de alguna manera, tiernas.

- ¡Claro que no quiero! No sé que ocurrió con ella estos días, cambió mucho.

- Tal vez el dinero la tiene así, sólo piensa en ella.

- Ni siquiera quería pagarle algo decente a papá, dice que es un gasto.

- Está cegada, debes hacerla razonar.

- ¿Qué quieres que diga? ¿Qué es una ambiciosa?

- Sólo ve y habla con ella tranquilamente, hazle ver que realmente quieres volver para acá y hacer ver tus habilidades. Supongo que ya pagó la funeraria.

- Si. Creo que tienes razón, hablaré con ella.

- Te aseguró que ella entrará en razón. Te debo cortar, llamo más tarde.

- Okey, adiós. - Dejó caer el celular de sus manos, volvió a fijarse en el punto de antes, reflexionando sobre lo que diría.

[...]

Su madre hacía muy bien en decirle simplemente que se quedara, él no tenía el dinero suficiente para comprar un pasaje de vuelta y no podría sacar ni un peso del dinero ya que estaba en una cuenta bancaria. Bajó las escaleras, dirigiéndose a la cocina, donde se encontraba su madre. La mujer tenía una botella de un licor desconocido para él, en sus manos. Bebía como una total borracha. Se fue acercando de a poco, ella empezaba a hablar sola, lo que el pecoso aprovechó para escuchar algunos disparates que soltaba.

- ¿Qué se cree ese idiota pagando estupideces a mi hijo? Tenía bien merecido morirse. - Uno que otro trago más hacía que su voz fuera cada vez más rasposa. - Debiste ver tu cara cuando me viste con aquel tipo, fue patética. - Comenzó a reir. Félix no aguantó más detrás de la pared, encarando a su madre.

- ¿De qué tipo hablas? - Dijo serio. Su madre abrió los ojos hasta no poder más, luego siguió tomando, empezando a reir nuevamente.

- Tu padre nunca estaba en casa, ni siquiera me daba una cantidad de dinero aceptable, era un bastardo. - Soltó.

- No era su culpa, tú no trabajabas, él se sacrificaba por la familia.

- Al menos debió darme más dinero. - Bufo.

- Responde ¿Quién es ese "tipo"?

- Un amigo, tuvimos unas cuantas noches - Sonrió. - me daba dinero, nada más.

- ¡¿Nada más?! ¿Cómo puedes hablar así de fácil? ¡Le fuiste infiel a papá! - Estaba irritado.

- Eso ya no importa, él lo supo y ahora está muerto, no vale la pena pelear por esto.

- ¡Claro que sí! Ahora entiendo todo. ¡Papá te vió con ese sujeto, por eso no estaba en la casa, se fue. Empezó a emborracharse y tuvo un accidente por culpa de eso. - Se iba acercando a su madre, hasta quedar frente a ella y quitarle la botella. - ¡Tú tienes la culpa de su muerte y ni te inmutas!

- ¡Oye, no tengo  la culpa que condujiera en ese estado! - Gritó, de su boca salía un olor repugnante.

- ¡Pero tienes la culpa de su borrachera, el no consumía alcohol! - Esta discusión no se basaba en nada más que griteríos.

- Ya, ya. - Dijo cerrando los ojos, afirmándose en la  encimera. - Me duele la cabeza, estoy borracha y no quiero pelear más. - Se estaba llendo, pero Félix tomó su muñeca.

- ¿Todo fue una mentira? Tus lamentos, lágrimas, tristeza...¿Todo?

- Si. - Aunque estuviera de espaldas al chico, este podía ver perfectamente una curva cerca de sus mejillas, estaba sonriendo descaradamente.

- No me quedaré aquí, me iré lejos de tí cuando sea el funeral. - La soltó.

- Ni siquiera tienes dinero, pero luego del funeral te vas de mi casa a ver si eres suficientemente hombre para vivir solo por ahí. - Se fue.

[...]

- Su madre está loca. - Bufó Changbin. Realmente estaba molesto con esa mujer que estaba haciendo lo posible por separarlos de alguna manera.

- ¿No crees que sería buena idea que fueras para allá? - Dijo BangChan, tratando se encontrar una solución.

- Podría ir, pero si no sale como espero no tendré en donde quedarme.

- Yo voy contigo, tengo un pequeño departamente allí. Solía vivir en él.

- ¿En serio?

- Si. La idea es traer a Félix de vuelta y ya, no será tan complicado.

- Eso espero. - Dijo no tan esperanzado.

- Oye - Tocó su hombro, reconfortándolo. - verás que todo sale bien. Compraré pasajes esta tarde para mañana, iremos lo antes posible ¿Si?

- Gracias. - El mayor se paró, dándose un cariñoso abrazo que lograba tenerlo expectante ante lo que podría pasar, a lo que le podría pasar a su relación con el pecoso si lo que planeaban no resultaba.


¿Me regalas una
estrellita? UwU

Anexo || Changlix ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora