Luego de caer a ese frío suelo sabía que algo malo pasaría. La chica lo acomodó, quedando de espaldas al piso, ella aprovechó para subirse a aquellas piernas inservibles. Rajó el suéter oscuro que el joven poseía, tocando la suave tez y su fortalecido abdomen. El pelinegro estaba desesperado, no se limitó a llorar, su respiración irregular daba a entender el miedo que sentía. SuJin presionaba las muñecas del chico contra la cerámica, su fuerza era inmensa en comparación a la de él, por mientras besaba agresivamente esos carnosos labios que sangraban producto a las mordeduras. Rápidamente bajó el pantalón de Bin, provocando una fricción entre ambos, golpeó el rostro del mayor para poder disfrutar tranquila cada parte del cuerpo de su presa. Tomó su miembro y sin pleno aviso lo metió en su entrada. Daba grandes saltos encima de él, dañándolo por completo. Gritos desesperados y gemidos sonaban por la habitación, debía haber una salida para este infierno.
Abrieron la puerta, su salvador había llegado, o eso creía. Los ojos del pecoso estaban asombrados, más bien molestos.
— F-Félix — Musitó apenas el chico con flequillo. El castaño se estaba llendo, no lo ayudaría. — ¡Félix! ¡Félix! — Seguía exclamando su nombre, no se podía ir, lo necesitaba. — ¡Félix! — Lloraba abrumado.
Despertó todo sudado, su corazón latía más rápido de lo normal, todo había sido un sueño. Miró a los lados notando que estaba en su habitación, sentía a alguien a su lado. Como pudo giró por completo, un rostro similar con pequeñas manchas y una expresión de preocupación se encontraba al lado de él.
— Changbin ¿Estás bien? — Dijo mientras acariciaba el oscuro cabello del chico. Talló uno de sus ojos, recién despertaba.
— Sí, sólo fue una pesadilla. — Recordaba que horas atrás le pidió al menor dormir con él, tenía miedo.
— Ya es un poco tarde, iré a preparar algo para comer. — Miraba su celular mientras se levantaba del colchón. Salió de allí, dejando al pelinegro solo.
[...]
El pecoso siempre preparaba deliciosos y nutritivos desayunos, Seo era mimado en ese sentido. Mientras comían Félix pensaba en los papeles que encontró en el casillero de Su Jin. No sabía si decirle algo a su acompañante, tal vez no quiere conocer nada más acerca de ella, pero las conclusiones que el castaño había hecho a partir de la información que tenía podía ser verídica. Se levantó de su asiento, llamando la total atención de su amigo. Volvió con unas hojas extrañas, retomando su anterior posición.
— Estaba en el auto, me preocupé porque aún no llamabas, decidí ir a buscarte. — Estaba más serio de lo normal. — En el casillero de SuJin encontré estos papeles. — Los puso sobre la madera, y los volteó. — Son grandes depósitos de dinero, y van hacia una cuenta desconocida.
— ¿Por qué me muestras esto? — Estaba confuso, alejó el servicio de su boca para darle total expectación al asunto.
— Luego de tu accidente pensé en algo, y lo mantuve presente hasta hoy, y más luego de los mensajes que ella te dejaba. — Tomó una postura más cómoda, se cruzó de brazos y habló. — Creo que SuJin estuvo involucrada.
— ¡¿Qué?! — Estaba más que sorprendido por aquella teoría. — O sea, espera ¿Qué tienen que ver esas transacciones?
— Le estuve dando vueltas, pero creo que le pagó a alguien para que lo causara.
— Eso tiene sentido, pero no tenemos pruebas concretas.
— Lo sé, pero si dejó estos rastros en un lugar fácil de acceder estoy seguro de que podemos encontrar algo que nos lleve a una pista física, o tal vez a la misma persona que le fue otorgado este dinero. — Miraba con determinación el documento.
— ¿Piensas volver a su apartamento? Tienes las llaves ¿verdad?
— Sí, aunque no lo había pensado, primero quería hablarlo contigo. — Changbin de alguna manera se sintió conforme con ese comentario, confiaban el uno en el otro.
Su comida fue interrumpida por el golpe de un puño contra la puerta ¿Quién podría ser? Los demás estaban trabajando. Félix acudió al sonido, abriendo lo que separaba a la persona de ellos.
- ¿Hyunjin? - El pecoso estaba atónito con su visita.
- ¡Félix! - Lo abrazó bruscamente, hace tiempo no se veían.
- ¿Cómo supiste que estaba aquí? - Se separó del chico de pelo color rubio ceniza.
- Hola, tanto tiempo ¿Cómo estás? ¿Qué haz hecho?
- Lo siento. - Rió avergonzado.
- Minho me dijo que te estabas quedando con Changbin. - Miró pervertidamente al pecoso al tiempo que le golpeaba el hombro.- Me contó lo del accidente y demás ¿Por qué no me habías dicho nada? - Tomaba asiento en el sofá cerca de ambos.
- Creí que no era necesario.
- ¡Oye! Me dueles, soy tu amigo, estas cosas se cuentan. - Tomó su pecho, simulando estar herido.
La investigación fue detenida por una visita inesperada, el silencio absoluto se transformó en risa luego de la llegada de Hyunjin al hogar. Seo estaba un poco celoso ante la situación, no podía retener esos sentimientos de odio hacia el chico pelirubio, pero aunque quisiera, él seguía siendo su amigo, el de ambos.
¿Creen que lleguen
nuevos personajes?
¿Será alguien ya conocido
el autor del accidente?
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Anexo || Changlix ✔
FanfictionUn romance de niños que se convirtió en un infierno. Félix no creyó que la chica que amó durante años pudiera romperle el corazón de esa manera. Un joven no tan amigable se cruza por su camino, haciéndole sentir cosas raras que desde un principio su...