~CAPÍTULO 24~
~EL CUMPLEAÑOS~
-¿Y los globos? No, ¡No! Son azules y verdes, no morados, porque mis hijos aman esos colores.
Veía a mi madre caminar de un lado a otro gritándole al teléfono.
-¡Dinosaurios! Pedí dinosaurios.
-¿Conmigo también era así?
Le pregunté a mi padre, quien estaba tomando su café y leyendo el periódico.
-Sí-dijo en un suspiro-se emociona con las fiestas.
-¡No! Son treinta y dos pequeños y veinte grandes.
Metí un pedazo de melón en mi boca esperando que mamá dejara se gritarle a su celular y a decir verdad no creo que eso llegue a pasar.
Cada vez que mis hermanos cumplen años mamá se vuelve una maniática; quiere que todo sea perfecto la decoraciones, la comida, la música ¡Todo!
Así que todo el día se la pasa gritando y ordenando todo.
-¿Por qué mamá grita?
Los demonios aparecieron aún con sus pijamas y cara de recién haber despertado.
-Hey mis campeones, felicidades-papá se levantó de la silla para ir a abrazar a mis hermanos-Ya son todos unos hombres, deberé enseñarles a afeitarse.
-Ay por favor no, imagina lo peligrosos que serán con una máquina de afeitar en la mano.
-Dulce, no seas malas con tus hermanos.
Lo ignore y seguí comiendo, si asesinan a su próxima niñera no será mi culpa.
-¡Todo listo! Ya está por llegar los pasabocas y los globos ¿Qué hacen ahí? ¡Debemos arreglar la casa!-Y ahí va de nuevo-Cariño saca las mesas, Dulce colócales el mantel, niños a su habitación, no quiero que hagan desorden ¡Ahora!
Salimos todos disparados a hacer lo que doña mandona nos ordenó.
Las fiestas de mis hermanos siempre son divertidas, pero en proceso antes de ella es una completa tortura, mamá siempre está gritando y ordenándonos hacer cosas y gritando.
Papá sacó las mesas y las sillas que habíamos alquilado, mientras que yo sacaba los manteles de superhéroes y vestía las mesas que papá iba acomodando.
Luego de vestir quince mesas, entré de nuevo a la casa, varias personas habían llegado con lo que veo es la comida, mamá les indicaba donde debían poner las cosas mientras seguía pegada a su teléfono.
Parece los quince años o algún matrimonio de alguien y no una fiesta de unos niños de nueve años.
Subí a mi habitación para bañarme y cambiarme, bebía ir a comprar el regaño de los demonios, el famoso inflable ¿Con qué iba a comprarlo? En dinero que ganó en casa de Thomas es para ahorrar para en jarrón, deberé vender a mis amigos.
Me Bañe y me cambie con rapidez debía ir a la tienda de juguetes antes que cerraran, salí de mi habitación y camine hasta la oficina de mi padre, él estaba ahí mirando su computador.
-Pa-él hizo un ruido con la boca-iré a comprar los regalos de mis hermanos, ¿me das dinero?
Él suspiró, se quitó sus gafas y me miró.
-¿Qué les compraras?
-Un tonto inflable de un muñeco todo raro.
Volvió a suspirar-No demores, tu madre está apunto de volverse loca y no quiero estar solo cuando eso pase.
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¿Mi libro favorito? Tú (Completa)
Teen FictionDulce es alegre. Thomas es silencioso. Dulce es soñadora. Thomas es misterioso. Dulce ama los días soleados. Thomas ama la lluvia. Dulce ama leer. A Thomas le gusta escribir. Cómo agua y aceite. Cómo el día y la noche. Así son Thomas y Dulce tan dif...