- ¿Arriba o abajo? - te pregunté.
- Abajo, así puedo disfrutar de la vista, y de ti - dijiste lanzandome una mirada llena de promesas.
- ¡Oh! - reí - por favor, cállate. Hablaba de las literas, bobo
- Lo sé, pequeña, pero no negaras que te imaginaste a nosotros haciendo cosas maravillosas y sumamente placenteras.
- ¡Cállate! - reí más fuerte, cubro mis oídos con mis manos, y finjo que no escucho - no te escucho, tengo orejas de pescado.
Escucho de fondo tu risa.
Es melodía para mis oídos.Nunca he comprendido como una persona que te da tanta felicidad puede producirte tanta tristeza.
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190
RomanceFuimos trágicos, apasionados, libres... Fuimos un nosotros, ¿cómo terminamos de está manera? ¿por qué? Ahora mi deber era dejar ir y superar, pero el arte de superar, de dejar atrás... es difícil cuando amas con cada médula de tu ser. Y yo lo amaba...