«Carol»
Desperté exaltada, con el pulso a mil por hora, no podía diferenciar si lo que vi era real o no, preferí que fuera real aunque solo fuera para consolar a mi alma que aún sufría por su ausencia.Observó a mi alrededor, estoy en el cuarto de Max, esto me preocupa un segundo pero al ver qué tengo mi ropa puesta, se disipa la preocupación.
- ¿Cómo te sientes? - pregunta Max observándome desde la puerta.
- Relativamente bien, tu droga me dejó algo golpeada. Aparte de ti, claro está.
- No puedes asegurar que yo te drogue.
- Solo tomaba lo que tú me dabas.
- Tú palabra contra la mía ¿Cuál valdrá más? - se acerca a mí.
- Vete a la mierda. Estás verdaderamente mal, Max. En verdad te empezaba a agarrar cariño pero tuviste que joderlo con tus mierdas. Lo siento pero hasta aquí llegamos.
- Quién decide si terminamos o no soy yo. -dice furioso. Levanta su mano con la intención de golpearme pero le detengo.
- Te equivocas - me paro de la cama y lo empujo. - es mi vida, yo decido sobre ella, y todo mi ser me pide que te deje, así lo siento, Max pero desde este momento estás soltero ¿¡Me entiendes!? - respiro - Ah, y tienes que ir al psicólogo.
Tuve que ser valiente, tuve que ser fuerte y enfrentarlo. Nadie iba a venir a salvarme, solo yo podía.
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RomansaFuimos trágicos, apasionados, libres... Fuimos un nosotros, ¿cómo terminamos de está manera? ¿por qué? Ahora mi deber era dejar ir y superar, pero el arte de superar, de dejar atrás... es difícil cuando amas con cada médula de tu ser. Y yo lo amaba...