Jamás nos habíamos dicho las palabras mágicas, ¿por qué ahora? ¿qué clase de tortura era ésta?
Había pasado alrededor de una hora desde que me habías dicho otra de tus mentiras, después de eso fuimos interrumpidos por los chicos; nuestro tiempo había acabado.
Estábamos jugando mímica, no podíamos parar de reír, éramos pésimos para interpretar.Siento tu mirada, eso aumenta mi enojo. Decido levantar la cara y hacerte frente, pero no encuentro lo que esperaba. Te miro a los ojos estás apunto de llorar... pronto deja de haber ruido, sólo estamos nosotros. Mientras me miras una lágrima se te escapa; hay demasiadas emociones, no puedo descifrar ninguna, agaches la cabeza rompiendo el momento, tengo ganas de abrazarte pero sé que no debo, es hora de dejarnos ir.
Lo intenté,me aferre a ti como un niño que se aferra a una resbaladilla.
Te busqué en todas las personas posibles y no te encontraba
Di todo de mi para que no te fueras, para que esto siguiera vivo...
Pero es hora, no importa cuanto luche por esto, no estamos destinados a ser, ni lo estaremos.
Llego el momento de ser valiente, cariño, es hora de dejar de buscarte en todos los lugares, te tengo que dejar ir.
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RomansaFuimos trágicos, apasionados, libres... Fuimos un nosotros, ¿cómo terminamos de está manera? ¿por qué? Ahora mi deber era dejar ir y superar, pero el arte de superar, de dejar atrás... es difícil cuando amas con cada médula de tu ser. Y yo lo amaba...