- Me puede traer otros tres tacos de suadero, por favor - le digo al mesero
Éste asiente y se retira
- ¿Vas a pedir más? - dice Francisco, mi nuevo intento de cita. Es el más apuesto de todos, hasta hora. Rubio, ojos color azul y cuerpo atlético, todo un bombón.
- Sí ¿por? - digo y él hace una O con su boca, está más que asombrado
- Con esos tres que acabas de pedir llevas diez tacos, y dos refrescos
- ¿Me los has contado?
- Sí, y vaya que comes mucho. Eres posiblemente la única mujer que conozca que coma así, y te advierto, te pondrás gorda de seguir así, y no quiero una novia gorda. - termina de decir Francisco.
Veo la jarra de agua enfrente de mí y no lo dudo ni un segundo. Le vació toda el agua, este rápidamente se hecha hacía tras y me mira como si no pudiera creerlo.- Aquí el único que quedará gordo serás tú, si sigues metiéndote esteroides, y no hacer ni una mierda de ejercicio - digo, y me voy.
Es obvio que éste está descalificado, desterrado, y tres metros bajo tierra.
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190
Roman d'amourFuimos trágicos, apasionados, libres... Fuimos un nosotros, ¿cómo terminamos de está manera? ¿por qué? Ahora mi deber era dejar ir y superar, pero el arte de superar, de dejar atrás... es difícil cuando amas con cada médula de tu ser. Y yo lo amaba...