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Día 81

Siempre tuve curiosidad, quería saber, quería obtener respuestas, así que fuí en busca de ellas.

- Vamos, dime una explicación que justifique el hecho de que me abandonaste - digo furiosa y a la vez decepcionada.

Estoy en tu casa. Mi cabeza no para de dar vueltas y vueltas tratando de buscar una explicación que justifique tu abandono.

- No huí, no te abando... - dices pero te interrumpo.

-¿Ah no? ¿Entonces a qué le llamas el hecho de que corriste tan lejos como pudiste? Eithan, no puedo creer que me dejarás ahí, que me abandonarás como a un perro.

- Estaba en shock, fui a pedir ayuda...

--¿Adónde? ¿A tu puta casa? ¡Jódete! No quiero saber de ti, en serio, estoy harta, llegué al límite. Tú y tus conflictos mentales ¡Se pueden ir por el caño!

- No grites. Mis padres están en casa. - Suspiras - Te puedo dar una explicación, pero tranquilízate, por favor.

- ¿Es por eso que no me invitas a pasar? ¿En serio seguimos con eso? Eres increíble. Debes de resolver tus problemas, Eithan. - Digo y me voy. No volteó a verte, resultará más doloroso si lo hago, así que no volteó. Y tú no me detienes.

Estuve mal por días, me dolias tanto. No sabía si había solución para esto, lo habías arruinado horrible, mis padres no querían que hablara contigo... No sabía que hacer.

Los días con colores se fueron tan rápido... En tan solo un parpadeo los días se volvieron grises y tú te habías marchado.