La Suma Inquisidora.

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La mañana del Lunes había llegado más rápido de lo que a Lily le hubiera gustado. Mientras caminaba hacia el Gran Comedor con Ernie de compañía, ya que a ambos se les había hecho tarde para el desayuno.
-Se ve lindo tu cabello hoy - comento el chico ante el cabello lacio color negro de la chica.
-Gracias - contestó con media sonrisa.
Cuando entraron al Gran Comedor, Lily dio una mirada rápida a la mesa de los leones donde solo había unos cuantos alumnos, pero no estaba el chico que evitaba. Se sentó junto a sus amigas que seguían ahí y soltó un suspiro.
-¿Enamorada? - le pregunto Lizleth en tono de burla.
-Calláte - contestó la pelinegra mirando que comer.
Después de un rápido y llenador desayuno, los cuatro Hufflepuffs se dirigieron a su primera clase.
-No entiendo porque lo haces - comento en voz baja Lizleth por enésima vez - solo fue un beso ¡Por Merlin!
-Beso de un chico que me gusta ¡Y no sabía! - le contesto - no sé cómo mirarlo ya, de seguro diría algo estúpido o tal vez...
-No le gustes y solo fue una acción dada por el momento y te hagas ilusiones falsas - interrumpieron sus dos amigas recitando al mismo la frase que su amiga había dicho todo el día anterior, y continuó Alexa - eso no lo sabes, si lo hizo muy probable fue porque le gustas.
-Chicas - hablo Ernie llamando su atención.
Las Hufflepuffs se habían ido de largo del la puerta de la clase por su conversación. Entraron a pociones donde el profesor Snape no había entrado aún.
-Por cierto, ¿Se enteraron de lo de Umbridge? - les dijo Alexa a Lily y Ernie.
-¿Qué pasa con ella? - preguntó Lily de forma distraída buscando su pluma entre sus cosas.
-La nombraron la Suma Inquisidora.
-¡¿Qué?! - la sorpresa de Lily hizo que varios la mirarán por su grito.
Alexa saco El Profeta de su mochila y lo paso a Lily. La portada tenía una foto de Umbridge debajo del título "EL MINISTERIO EMPRENDE LA REFORMA EDUCATIVA Y NOMBRA A DOLORES UMBRIDGE PRIMERA SUMA INQUISIDORA". La chica desdobló el periódico y comenzó a leer.
"Anoche el Ministerio de la Magia tomó una decisión inesperada
y aprobó una nueva ley con la que alcanzará un nivel de control sin
precedentes sobre el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
«Hace tiempo que el ministro está preocupado por los sucesos
ocurridos en Hogwarts - explicó el asistente del ministro, Percy
Weasley - Y el paso que acaba de dar ha sido la respuesta a la preocupación manifestada por muchos padres angustiados respecto a la orientación que está tomando el colegio, una orientación con la que no están de acuerdo.»
No es la primera vez en las últimas semanas que el ministro, Cornelius Fudge, utiliza nuevas leyes para introducir mejoras en el colegio de magos. Recientemente, el 30 de agosto, se aprobó el Decreto de Enseñanza n.° 22 para asegurar que, en caso de que el actual director no pudiera nombrar a un candidato para un puesto docente, el Ministerio tuviera derecho a elegir a la persona apropiada.
«Así fue como Dolores Umbridge ocupó su actual puesto como
profesora en Hogwarts - explicó Weasley anoche - Dumbledore no
encontró a nadie para impartir la asignatura de Defensa Contra las
Artes Oscuras... y por eso el ministro nombró a Dolores Umbridge, lo
que ha constituido, por supuesto, un éxito inmediato porque ha revolucionado por completo el sistema de enseñanza de dicha asignatura y porque así proporciona al ministro información de primera mano sobre lo que está pasando en Hogwarts.»
El Ministerio ha formalizado esta última función con la aprobación del Decreto de Enseñanza n.° 23, que crea el nuevo cargo de Sumo Inquisidor de Hogwarts.
«De este modo se inicia una emocionante nueva fase del plan del ministro para poner remedio a lo que algunos llaman el "descenso de
nivel" de Hogwarts - explicó Weasley - El Inquisidor tendrá poderes para supervisar a sus colegas y asegurarse de que su trabajo alcance el nivel requerido. El ministro ha ofrecido este cargo a la profesora Umbridge, además del puesto docente, y estamos encantados de anunciar que ella lo ha aceptado.»
Las nuevas medidas adoptadas por el Ministerio han recibido el entusiasta apoyo de los padres de los alumnos de Hogwarts.
«Estoy mucho más tranquilo desde que sé que Dumbledore estará sometido a una evaluación justa y objetiva - declaró el señor Lucius Malfoy, de 41 años, en su mansión de Wiltshire - Muchos padres, que queremos lo mejor para nuestros hijos, estábamos preocupados por algunas de las descabelladas decisiones que ha tomado Dumbledore en los últimos años y nos alegra saber que el
Ministerio controla la situación.»
Entre esas «descabelladas decisiones» están sin duda los controvertidos nombramientos docentes, anteriormente descritos en este periódico, que incluyen al hombre lobo Remus Lupin, al semigigante Rubeus Hagrid y al engañoso ex Auror Ojoloco Moody.
Abundan los rumores, desde luego, de que Albus Dumbledore, antiguo Jefe Supremo de la Confederación Internacional de Magos y Jefe de Magos del Wizengamot, ya no está en condiciones de dirigir el prestigioso Colegio Hogwarts.
«Creo que el nombramiento de la Inquisidora es un primer paso
hacia la garantía de que Hogwarts tenga un director en quien todos
podamos depositar nuestra confianza», afirmó una persona perteneciente al Ministerio.
Dos de los miembros de mayor antigüedad del Wizengamot, Griselda Marchbanks y Tiberius Ogden, han dimitido como protesta ante la introducción del cargo de Inquisidor de Hogwarts.
«Hogwarts es un colegio, no un puesto de avanzada del despacho de Cornelius Fudge - afirmó la señora Marchbanks - Esto
no es más que otro lamentable intento de desacreditar a Albus Dumbledore.»
(En la página 17 encontrarán una detallada descripción de las
presuntas vinculaciones de la señora Marchbanks con grupos
subversivos de duendes.)"
Devolvió el periódico a su amiga, ella sabía que eso iba a pasar, ahora las cosas se iban a poner un poco más difíciles. En ese momento entro el profesor Snape, seguido de Umbridge, ella con su traje rosa, no combinaba para nada con el tono lúgubre de la mazmorra y la túnica de color negro del profesor de pociones.
La clase pasó con normalidad, solo con la profesora rondando por el aula y anotado cosas en unos pergaminos. Cuando la clase terminó hizo unas preguntas a un par de alumnos y cuando vio a Lily acercarse le hizo un gesto y la guío lejos de los oídos indiscretos.
-Quiero que sepas, que el Ministerio quiere apoyarte en tu año escolar, que te sientas cómoda y adaptada - Lily la miró desconcertada - ser hija de un asesino y que todos lo sepan, no debe ser fácil - Umbridge le dio una mirada de pena como si la chica sufriera mucho.
-Hasta ahora nadie se mete conmigo, estoy bien - dijo Lily un poco irritada.
-¡Oh chiquilla! ¿Ha visto a tus compañeros? Muchos te miran con miedo - la sonrisa que le dio a Lily la hizo sentirse asqueada, pero en parte le dio razón, ya había notado que muchos susurraban cuando ella pasaba y la miraban como si en cualquier momento fuera a tomar la varita y atacar a todos, incluso varios evitaban su mirada. - pero éstoy aquí para ayudar.
-¿En serio? - la pregunta tuvo un toque de sarcasmo qué pasó inadvertido por la profesora.
-Claro - sonrió de nuevo - por eso, si sabes algo de tu padre, ya sabes, dónde puede estar ahora, puedes confiarmelo.
-Se lo dirá al Ministerio y él entraría de nuevo a Azkaban - le recriminó la chica.
-¿No crees que estaría bien? Tú padre ha quebranto la Ley, y tiene que tener un castigo por eso ¿No lo crees? - la miró como si explicará a una niña pequeña - ¿Qué sería de nuestro mundo si no se castiga a los que hacen el mal?
Lily la miró un momento y tomo una decisión de la que después podría arrepentirse.
-Tienes razón profesora - comenzó con un tono dulce - pero lamentablemente no se donde se encuentra, no se ha comunicado conmigo desde hace... Siglos - la mirada de la profesora decía que no le creía del todo - pero si sé algo, se lo diré inmediatamente.
Umbridge sonrió y salió del aula, Lily rodó los ojos frustrada, si fingía que estaba de parte de la profesora, no la iba a acosar tanto al menos. Siguió con su siguiente clase, hasta que llegó la hora del almuerzo.
Estaba con sus amigas y Ernie platicando muy tranquilamente, el chico les contaba una historia interesante que las hacía reír. Los amigos de Ernie estaban cerca de ellos y daban una miradas extrañas a su amigo. El chico había comenzado a llevarse bien con Lily desde el día anterior.
Cuando ella no quiso salir de su sala común para no tener que ver a Fred Weasley, lo único que tuvo que hacer era leer el libro que le había regalado, que le gustaba hasta ahora. Hasta que Ernie llegó a realizar sus tareas y le hizo plática, era un chico amable y gracioso, y parecía que él no le temía así que estaba bien.
Fred y George Weasley junto con Lee Jordan, entraron al Gran comedor dirigiéndose a la mesa de Gryffindor. Lizleth y Alexa que reían con la historia de Ernie, vieron a los gemelos entrar y se miraron entre ellas, después le dirigieron una mirada a su amiga, que no había notado la entrada del pelirrojo del que huía.
Los Weasley platicaban con Harry Potter y sus amigos, y de vez en cuando uno de los gemelos daba unas miradas a la mesa de Hufflepuff, en especial a la chica Black. Fred no había visto a Lily en todo el día anterior y sabía que lo evitaba. Se sentía desesperado, creía que la chica ya no le hablaría más, que ella se había molestado por haberla besado, pero el sábado en la tarde no parecía haberle importado, como ya había explicado a su hermano y a Lee cuando le preguntaron su salida con la chica.
Había soportado sus burlas, las cuales ya no hacian al verlo decaído, pero Fred no soportaba verla reír con ese idiota de Macmillan, que él si pudiera hablar con ella y él no. Dejo salir un suspiro frustrado, que hizo que sus hermanos y amigos lo mirarán.
-¿Todo bien? - preguntó Hermione.
-¡Claro, de maravilla! - contestó molesto.
-¡Ey! Cuánto sarcasmo, amigo - dijo Lee, luego miro a los tres chicos - su problema tiene un nombre: Lilian Black.
-¿Qué tiene? ¿Es mejor bromista que ustedes? - pregunto Ron ganándose una mirada molesta de Fred.
-¿Se pelearon? - preguntó Harry extrañado - si el sábado fue a verte entrenar.
La risa de Lily se escuchó a hasta la mesa Gryffindor, parecía que lo que contaba Ernie Macmillan era muy bueno. En ese momento las miradas de Lily y Fred conectaron. Ron, Lee y George la saludaron con la mano, cuando la vieron mirando a su mesa.
Lily se puso pálida, después tan roja como el cabello de un Weasley y tomo su bolso diciendo algo a sus amigas y salió lo más rápido del comedor con miradas siguiéndola por el cambio rápido de su cabello de blanco a rojo, después gris, naranja y verde hasta que nadie la pudo ver.
-Oh, no - Fred se levantó rápidamente - esta vez no Lily - siguió a la chica, dejando a más personas desconcertadas.
George y Lee se miraron preocupados, al igual que Alexa y Lizleth, pero ninguno de los cuatro los siguió, sabiendo que tenían que arreglar sus problemas.
Lily caminaba rápido, hasta que dio vuelta en un pasillo desierto en el que se detuvo y se dejó caer al suelo. Puso su cabeza entre sus piernas intentando tranquilizar su corazón que parecía salirse en cualquier momento. Concentrandose en sus respiraciones, ni siquiera notó que alguien se había acercado a ella y la miraba.
-¿Se puede saber por qué me evitas? - la voz que emitió la pregunta la dejo paralizada. Miro los pies del chico que tenía enfrente - ¿Lily?
-La vi irse por ahí - señaló hacía el lado contrario hacía donde se había dirigido.
-¿Ahora atraviesa paredes? - pregunto con un tono bromista.
Lily miró a dónde había señalado, notando el muro que se alzaba, dejo salir un suspiro molesto, después vió como Fred se sentaba a su lado.
-¿Puedo saber que hice para que no quieras ni mirarme? - la voz suplicante del chico le hizo mirarlo por un momento.
-Lo siento - susurro Lily mirando de nuevo el suelo, su cabello pasó al castaño, sus ojos a café claro y se llenaron con unas cuantas lágrimas.
-Lily... Sí fue por el beso, lo lamento, no creí que te molestaría - Fred le dice con voz dulce poniendo una mano sobre su hombro.
Lily lo mira de nuevo y está vez le sostiene la mirada, por un momento Fred sintió un golpe en estómago al ver las lágrimas que deseaban salir de los ojos de la chica.
-No me molestó eso, solo que no sé cómo comportarme ahora y... - bajo la mirada, para después volver a verlo a los ojos, Fred notó como las pecas que había visto la tarde pasada volvían a aparecer - eso hizo que me diera cuenta que me gustas.
La última frase se quedó flotando en el aire, dónde Fred miraba a Lily cómo si fuera algo de su imaginación y dónde ella aún tenía el valor de seguir mirándolo.
-Oh, Lily - el Weasley dejo escapar el aire que estaba reteniendo y sonrió - eso era lo que deseaba escuchar.
La chica lo miro sin entender y cuando iba a comentar algo los labios del pelirrojo la interrumpieron, se quedó quieta por unos segundos intentando procesar lo que estaba pasando hasta que reaccionó y devolvió el beso. Cuando se separaron, Fred acarició la mejilla de Lily con delicadeza.
-Tus pecas combinan bien con tus ojos y cabello - comento sonriendo.
Lily tomo uno de los mechones del cabello que le llegaba a la mitad de la espalda, ligeramente rizado y color castaño y sonrió levemente.
-Es mi estado natural.
-¿En serio? - la sorpresa de Fred la hace sonreír.
-Si, eres la primera persona en años que le dejo verme así.
Fred la toma de la barbilla y depósita un suave beso sobre su nariz.
-Me encanta.

Capitulo nuevo ;3
Siendo sincera no pensaba unir a Lily y a Fred tan pronto, pero al final así salió el capítulo y siento que si cambió algo, ya no será lo mismo.
Pero espero que les guste aún así.
Disfruten 7u7r
LN👻

Dentro de un libro (Harry Potter y La Orden Del Fenix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora