Zoruamor e Ilusiones

La Zoruferia

Notas Iniciales: Disculpen por no haber actualizado la semana pasada, sufrí de la maldición del escritor, que cuando se pone a leer no le da tiempo de trabajar, pero bueno aquí les dejo un capitulo bastante diferente a los anteriores ya que tiene un par de toques que no se esperaran, varias referencias a la historia original, espero que las noten, y un par de sorpresas, para no decir más, los dejo con el cap.

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Al abrir los ojos, estrello mi rostro contra una extraña maraña de pelo negro que resultó ser mi hermana, por alguna razón me miraba con molestia y superioridad, voy a preguntarle lo que estaba haciendo cuando la veo preparar un Tajo Umbrío tranquilamente.

— Muy bien pequeño, vas a responder algunas preguntas.

— ¿De que estas—? — me toma por el cuello sosteniéndome contra la pared de golpe.

— Hay algo que me estas ocultando Zorel, y no me iré de aquí hasta averiguarlo, ahora ¿Por qué has fingido estar enfermo estos días, a donde te escabulles a altas horas de la noche, que sabes de los rumores sobre un Zorua enamorado de una humana?

— Y—yo, yo — la presión en mi pecho era solo superada por la que había sobre mi cabeza tratando de armar una mentira convincente, cosa que no sería tarea fácil, de verdad quisiera que la tierra me tragase para desaparecer de ese lugar.

— ¡Contesta! ¿Acaso planeas abandonarnos, vas a dejarte capturar por esa humana, vas a tirar a la basura todo el trabajo que nuestros padres han puesto en ti? — me suelta de repente para señalarme con su ataque — siempre pensé que te gustaba estar con nosotros, que amabas a nuestra familia *snif* — comienza a llorar, creo que jamás la había visto así antes, era como si estuviera enojada conmigo al mismo tiempo que llena de tristeza.

— ¡Claro que la amo! — le respondo parándome firme, aunque mis patas temblaban no sentía nada de temor — oye, no sé cómo decir esto suavemente, así que solo lo haré de una vez — tomo aliento para inflar mi pecho obligando a mis piernas a detenerse para no verme atemorizado, aunque por dentro me moría del terror — fingí estar enfermo para escaparme y ver a Cristal, la humana de la granja que visitamos; anoche fui a verla... se podría decir que tuve una cita con ella — trago saliva antes de responder su última y más difícil pregunta — es de mi de quien oíste hablar, me enamore de una humana y estoy dispuesto a darlo todo por ella, incluso mi vida.

— Eres un... — alza su garra con fuerza mientras las lágrimas empiezan a brotar como cascadas por sus mejillas, está por golpearme si no fuera porque una parte de ella no quiere hacerlo, sé que jamás me lastimaría realmente, aun cuando me lo mereciera.

— Respecto a tus otras preguntas — prosigo con la vista baja, solo esperando el dolor que se avecinaría — en algún punto si tendré que dejarlos, no tienes idea del dolor que me da pensar en eso — dejo caer una lágrima también, pero solo una — no dejare que me atrape a menos que ella me lo pida, lamento mucho no ser el gran Zoroark que ellos esperaban de mí, de verdad lo siento...

— ¿Y qué hay de nosotros? — sigue interrogándome aun sin dar su golpe final — ¿acaso no te gusta aquí, acaso no te importamos?

— Claro que adoro estar aquí, este es mi hogar, aquí he pasado toda mi vida, si tiene sus momentos malos como todo, pero la única razón por la que me separare de ustedes, es por la misma por la que tu algún día también vas a dejarnos, por amor — la miro directamente — sabes que en algún momento hallarás al pokemon indicado por el que darías todo para estar a su lado ¿acaso no harías lo mismo si estuvieras en mi lugar?