Zorumiedo

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— Hola de nuevo, parece que todo salió bien, aunque es raro, hoy estas teniendo unas pesadillas monstruosas, aunque no tengo emociones admito que sentí lastima por ti, o por lo menos pensé que sería más seguro para ti el no ver... eso — señala a las paredes que emiten un ruido extraño y aterrador, pero no me importaba, nada me importaba en este momento más que hablar con él.

— Eres un monstruo — pronuncio con desprecio — o mejor dicho somos un monstruo ¡No puedo creer lo que me hiciste hacer! LO QUE HICIMOS... lo que hice — las lágrimas empezaron a salir, ya se habían tardado en hacerlo honestamente — supe que era una idea horrible desde que la oí, jamás la hubiera imaginado de no ser por ti, y aun así...

— Oye, no pasa nada, solo fueron unos rasguños, tu a has pasado mucho peor por ella.

— ¡Porque así lo quise! — le respondo furioso — yo me arriesgue por ella porque nació de mi corazón hacerlo, porque sentía que debía hacerlo.

— *suspiro* con razón se te ocurrió esa idea tan mala, tu corazón es un pésimo consejero, pudiste haber muerto en esa ocasión ¿Y qué hubieras ganado con eso?

— Una muerte por amor, más de lo que muchos pueden presumir, se hubiera contado mi historia por generaciones.

— Pero no hubieras estado tú para escucharla ¿Acaso no entiendes el concepto de "muerte"? — me lo dice como si hablara con un Magikarp que insiste en vivir fuera del agua.

— No le temo a la muerte, cuentan historias sobre pokemon que fantasma que viajan al otro mundo y no parece un lugar tan malo — respondo tranquilo.

— ¿Y si no son reales?

— Meh, no tendría caso asustarse de todos modos — me lanza una mirada exasperada, parece que va a decirme algo, pero desiste de inmediato.

— Bien, como sea, lánzate por un precipicio si quieres, arruina tu vida solo por esa humana, no sé ni para que me molesto — levanta su pata haciendo un ademán como si sujetara algo, veo parte del fondo arrugarse bajo esta y un ruido aterrador aproximarse en el fondo.

— ¡Espera! — grito de pronto, al punto en que yo mismo me sorprende, mi conciencia se detiene y lentamente devuelve todo a su lugar haciendo que el silencio regrese al rugar, gruño enfurecido al ver su sonrisa engreída.

— A final de cuentas, todos le tememos a algo, créelo o no estas pesadillas me atormentan tanto como a ti, son la razón por la que trato de que devuelvas tu vida a la normalidad y termines con esta fantasía de una vez ¿Crees que puedo seguir con esto por siempre? Todo tiene un límite, mientras más crezca tu amor por esa humana más crecerá tu miedo de perderla, llegara el punto en el que enloquecerás o morirás por insomnio, en el mejor de los casos.

— ¿Y en el peor?

— No quieres saberlo — responde tragando saliva.

— Hmm... — considero lo que me dice por un segundo, después recuerdo todo lo que paso la última vez que lo hice y vuelvo a gruñir con más fuerza — hiciste que lastimara a Cristal, no has hecho más que asustarme y amenazarme para que la abandonara, crees que no me doy cuenta de que has estado mintiéndome.

— Yo a veces me equivoco, pero nunca miento — responde firme, casi ofendido — no puedo hacerlo.

— Eso es justo lo que diría un mentiroso, ya no voy a seguir escuchándote, sé que nada malo me pasara, seré muy feliz con el amor de mi vida, pronto conseguiré un hogar propio o viviré con ella, evolucionare, me despediré de mi familia como un adulto, dejaré que me capture si es necesario, sé que ella aceptara quien soy ¿Por qué no habría de hacerlo? — levanta una ceja dándome a entender su respuesta obvia — conoces la historia.

Zoruamor e IlusionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora