Por la Zoreina

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Notas Iniciales: ¿No les ha pasado que el universo entero conspira para que ustedes no logren hacer algo? literalmente eso me paso a mi estos días que he logrado escribir muy poco a decir verdad, no por falta de inspiración ni mucho menos, sino porque sentarme en la computadora se había vuelto un lujo en medio de literalmente mil cosas que pasaban a mi alrededor, en mi país natal (de lo que tenía que mantenerme informado) y mil cosas más, realmente me disculpo por haber tardado tanto, pero realmente se escapaba de mis manos, en fin, los dejo con este gran capítulo que no se preocupen, no es de los finales, lo entenderán cuando lo lean, aunque si debo advertirles que no va a ser una historia larga comparada con otras en las que estoy trabajando, nos leemos.

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Disculpe ¿Qué es esta "jalea" exactamente? — pregunto intrigado ya que hasta donde sabía la miel era el alimento de los Combees, pero no había oído la palabra jalea jamás en mi vida.

— Oh muchacho, esta maravilla es un concentrado de vitaminas que usan las Combees hembra para fortalecerse para que a la hora de evolucionar sean magníficas y poderosas reinas, después empiezan a fabricarlo para sus futuras descendientes predilectas al mezclar néctar que ellas mismas recogen y procesan, están llenas de materias que aumentan sus estadísticas, si bien todas son fantásticas hay distintos, bla, bla, bla — literalmente eso fue lo que empecé a oír después de un rato.

Solo le había hecho una simple pregunta y parecía que le hubiese pedido una clase sobre mielología, si bien ella lucía totalmente emocionada contándome cosas que no entendía en lo más mínimo, mi mente yacía preocupada por el cómo rayos haría para capturar una Vespiquen, de por si será difícil derrotarlo, mucho más hacer que entre en una pokebola que ni siquiera sabría cómo usar, lo mejor será dejar que Cristal se encargue de eso, le traerá una pokebola junto con la reina, así ella misma podrá atraparla ¡estoy seguro de que le encantara!

— ...y pues eso es lo básico sobre la jalea real muchacho ¿verdad que es fascinante? — pregunta sonriente a lo que respondo asintiendo más por reflejo que por otra cosa.

— Si algún día quiere intercambiar una de sus Vespiquen no olvide en avisarme señora Claudia.

— Muchacha, no pienses que voy a dejar ir a una de mis preciosas tan fácilmente, tendrias que traerme a un pokemon legendario para que considera darte, aunque sea a una recién evolucionada.

No creo que sea muy justo el intercambio de un legendario por una fábrica de jalea con vestido.

— Cierto, tendría que ser por lo menos uno variocolor — Cristal ríe ante el comentario de la anciana, pero yo simplemente suspiro ya que me parecía igual de absurdo el que creyera que un par de colores extra hacía más valioso a un legendario, como si su poder devastador no fuera suficiente.

Tras salir del lugar pasó por una pequeña tienda donde compro una gran bolsa y una soga que me podrían servir más tarde, no me quedo mucho dinero después de eso y la jalea que me costó un poco más de lo esperado comparado con la miel que ella misma vendía, con el jarrón y los demás objetos en mano me dirijo al bosque donde por desgracia ya no iba a poder pasear con ella por más que quisiera, si iba a atrapar a una poderosa pokemon tipo bicho necesitaría ayuda, y mucha, tras una pequeña mentira sobre que acababa de recordar que prometí ir a pescar con Zorel me dirijo a la guarida de Trevenant para conseguir algo de información.

— Muy bien, necesito saber a qué horas entra y sale de la colmena, cuantos Combees tiene, si tiene alguna baya favorita, lo que sea ¿Que tienes? — le pregunto a mi compañero como si estuviera planeando un atentado, lo cual era técnicamente lo que hacía en realidad.

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