Zoruamor e Ilusiones

Zorimposible.

Notas Iniciales: No se ni para qué me molesto en creer que voy a poder actualizar a X o Y hora cuando el universo claramente tiene otros planes, bueno, ya que, lo importante es que lo logre, para no hacer más bola ni añadirle innecesario suspenso a esto, que disfruten el capítulo.

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— ¡Idiota! — me grita mientras se abre paso entre los demás con lágrimas en el rostro y furia en su mirada — ¡Mira lo que has hecho!

— Zorela, yo— me corta la respiración con el abrazo más fuerte que haya recibido.

— ¿Qué pensabas ganar con esto? ¡¿Tan desesperado estabas por ser el líder una manada que no podías esperar evolucionar?!

— Y-ya — logro sacar mi cabeza un poco, pero me oprime con aún más fuerza empapándome con su llanto — ya te dije que no es por eso.

— ¡¿Entonces por qué?! — exclama soltándome con rudeza. La miro a los ojos sorprendido ya que nunca la había visto así jamás en la vida, lucia frustrada, adolorida, como si estuviese a punto de matar a una presa, pero le sintiese lástima de tener que hacerlo.

— N—no, no puedo decírtelo — clavo mi vista en el suelo tratando de ignorar su punzante mirada sobre mí — pero no es nada malo... dependiendo de cómo lo mires, no es por egoísmo, al contrario, es por... — finalizo sin saber que palabra utilizar para lo que intentaba hacer.

— ¿Tiene algo que ver con esa humana? — mis ojos se abren como platos al oírla, hago mi máximo esfuerzo en que no lo note, pero cada fibra de mi cuerpo quería saber la expresión en su rostro al preguntarme esto ¿Acaso lo sabía, lo supo todo este tiempo? — No creas que no me di cuenta de lo obsesionado que has estado con ella, mira, si fue para impresionarla pudiste haberle mentido directamente ¿Enserio no le basta con que seas Shiny? Bueno, seguramente por eso es que quieres pertenecerle, pero puedes decírmelo ¿Crees ser el único pokemon al que han rechazado? — suspiro aliviado como si él aire que salía de mis pulmones estuviese apagando un incendio.

Iba a responderle algo, pero en eso me doy cuenta de que Zorey no se había acercado a mí para expulsarme, ni nada de lo que el procedimiento normalmente exigía en estas situaciones, tendrían que marcarme como un derrotado para nunca jamás ser aceptado en esta manada. Mi líder parecía estar conversando con algunos de los más viejos miembros del clan, lucían preocupados por algo así como muy confusos, tras asentir un par de veces los ancianos se retiran mientras el Zoroark que me derrotó se acercaba con paso decidido y una frialdad en el rostro muy poco común en él.

— Discúlpeme por irrumpir en su conversación, pero hay algo importante que deben saber.

— Puedes expulsarlo en cualquier momento, pero no va a irse de aquí sin darme una respuesta — responde cortante.

— Muy bien, pero como no tiene que ir a ningún lado, tiene mucho tiempo para contestarte ¿No creen? — pregunta sonriente causando que ambos volteemos a verlo confusos — verán, estuve hablando con algunos compañeros que tienen más tiempo en la manada que yo, y resulta que con un poco de esfuerzo lograron recordar un evento parecido a este que sucedió hace mucho.

— Espere ¿No soy el primer-?

— ¿Idiota que cree poder derrotar al líder sin tener que evolucionar? No — me responde risueño — admiten que fue algo muy raro, apenas podían creerlo, pero están seguros de que sucedió, el astuto Zorua hizo lo mismo que tú, se decidió por salir en búsqueda de su evolución para dejar de formar parte de la manada y tras subir un poco de nivel sintió que estaba preparado para derrotar al alfa; me contaron que siempre fue muy talentoso, fuerte, aunque demasiado confiado.