Zoruamor e Ilusiones

Zorutina

Notas Iniciales: Por fin logre termine este capítulo que ya me estaba dando dolor de cabeza porque había una parte, se podrán dar cuenta, que no tenía la menor de idea de cómo hacer que sucediera, pero al final cuajo y espero que les guste como, a mí en lo personal no me convence del todo, creo que lo editare algún día, pero bueno ya veremos, que disfruten el capítulo.

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— Vaya, pero que tenemos aquí — me dice un Zorua bastante grande mientras se me acerca con dos más pequeños detrás de él — ¿Acaso te perdiste pequeño, o esos ojos rojos tuyos no pueden ver bien? — los otros parecen reírse ante su comentario, aunque yo honestamente no le encuentro ningún sentido.

— Puedo ver muy bien — responde algo desconfiado, con mi cola enroscada cerca de mis patas, una señal clara de inseguridad o miedo entre los de mi especie, lo mío era solo algo leve, pero parece que lo interpretaron de otra manera.

— ¿Qué te pasa pequeñín, quieres ir con tu mamí? Tal vez tenga que devolverte al huevo, no pareces estar del todo hecho con esos colores tan crudos — juega con mi mechón de pelo azul, lo cual me molesta, quito su pata bruscamente para que deje de hacerlo — vaya, parece que sabes usar tus patas, que bien, no quería tener que cargarte de regreso a tu casa.

— No voy a regresar a mi casa, tengo que ir a clase, y ya se me está haciendo tarde — trato de pasarlos, pero me bloquean empujándome.

— Que yo sepa los recién nacidos no tienen clases.

— ¡No soy un recién nacido! — le respondo levantándome firme — tengo un año — empiezan a reírse como si hubiera dicho la cosa más graciosa del mundo.

— ¡Jajaja, un año, jajaja! — parecía que iba a llorar por algún motivo ¿acaso estaba triste, o se estaba riendo? — lo siento, pero creo que te informaron mal, es a partir de los 2 años que empiezan a ver clases, no antes.

— Lo sé, es que a mis padres les dijeron que podía empezar antes.

— ¿Ah sí, y por qué?

— Dijeron que era especial, un pokemon más fuerte que el promedio, con mucho potencial y que no valía la pena esperar otro año para empezar a entrenarme — repetí lo que les dijeron a mis padres cuando los escuchaba a escondidas, se supone que no debía hacerlo, pero ni si quiera notaron mi presencia.

— Bueno, a todo el mundo le dicen que es especial, pero creo que tus padres oyeron mal, nunca nadie de un año había empezado a entrenar, es decir, yo tuve que esperar a cumplir 3 para estar preparado.

— Pues tal vez soy mejor que tu — eso era lo que me parecía, solo dije la verdad, pero parece que eso no le gusto.

Por alguna razón sentía que estaba en peligro, mi cola estaba rodeándome casi por completo, igual que ellos después de unos instantes, empezaban a caminar a mi alrededor gruñéndome amenazadoramente, aunque los dos que venían con el más grande no parecían hacerlo de verdad, era como si estuvieran jugando, pero si era así había uno de ellos que se lo estaba tomando muy enserio, casi podía ver la espuma saliendo de su boca.

— Con que te crees mejor que yo eh ¿Solo porque eres Shiny te piensas que los demás no somos tan buenos como tú, te sientes superior, por algo que solo fue cuestión de suerte?

— Yo no— iba a decirle que el que mi color no tenía nada que ver con que fuera más fuerte, pero me interrumpió lanzándome un falso mordisco que me hizo retroceder.

No me di cuenta de una pequeña piedra en el suelo con la que tropecé y caí de espaldas, todos se estaban riendo de mi lo cual me dolía aún más que la caída, me hacían preguntas molestas "¿Quieres ir con tu mami?" "Apuesto que va a llorar" "¿Quieres llorar pequeño ojos rojos?" la verdad es que tenían razón, por primera vez estaban diciendo la verdad, pero no me gustaba su verdad, era molesta, ellos habían hecho que eso fuera verdad, si no fuera por ellos todas sus palabras serian mentiras ¡son unos tramposos! No dejaría que lo que decían se volviera verdad, no dejaría que me vieran llorar ¡Yo los haría llorar! Me levanto lentamente con una mirada sombría que ellos parecen notar porque dejan de reírse, me preguntan algo, otra verdad molesta que ni siquiera me molesto en escuchar, pero que iba a responder. Suelto un poderoso Alarido que sacude los arboles derribando varias hojas por su potencia, los 3 pokemon frente a mí se mueven aturdidos por el ataque, uno de ellos intenta responder, pero soy más rápido que él y lo estrello contra un árbol de un poderoso arañazo. Escucho un ataque cargándose a mis espaldas, lo esquivo de una voltereta y respondo con una Bola Sombra que sorprende al que la recibe dándole un golpe crítico "¡Es imposible, nadie aprende ese movimiento tan rápido!" escuche gritar a uno, pero en lo que mi mirada se clavó en él, fría y penetrante como una roca afilada, soltó otro más leve y hecho a correr con todas sus fuerzas, lo reconocí de inmediato, era el más grande de ellos, solo para asustarlo creo varias ilusiones de mi corriendo a una enorme velocidad bloqueándole el camino, él se lo cree y para en seco al ver las estelas que dejan mis ilusiones a mi paso, como si hubiera muchos como yo rodeándolo de golpe, me le acerco lentamente preparando un poderoso Pulso Noche que lo toma desprevenido, pero lo dejó voltear para verlo a los ojos antes de arrojarle la enorme esfera de oscuridad que explota arrojándolo por los aires, para terminar le clave un veloz arañazo justo antes de que caiga al suelo, que lo hace escupir algo rojo encima de mi pata, me sorprendo mucho al ver ese líquido, pero algo me decía que no era nada bueno. Cuando finalmente lo suelto y dejo que caiga al suelo, no se mueve... trato de moverlo con cuidado, empiezo a ver cómo su pecho sube y baja, lo cual me tranquiliza, pero por alguna razón al mismo tiempo que me hace sentir realmente preocupado.