CAPITULO 21 EN SUS ZAPATOS I

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CAPITULO 21 EL PLAN DE ARNIE II

Cuando eres perfecto sin saber que eres perfecto, pero la soberbia y tu personalidad puede llegar a causar que otros te vean de la peor manera ¿pasa? ¿Cómo entonces se debe actuar? ¿Debes ser como los demás quieren que seas? ¿Eso es lo correcto? No, la gente puede cambiar por su propia decisión pero no puede ser obligada, tampoco a ser como los demás quieren para no fastidiarlos con su manera de ser, pero ¿Cómo lograr un equilibrio? He aquí la cuestión y el mayor conflicto de los adolescentes, ser o no ser como cito Shakespeare.

Pero la respuesta es simple, debes ser quien eres, no el reflejo de nadie, ser quien tu deseas ser y lo que tu corazón dicte sin caer en la soberbia o superioridad, la presunción tampoco es una buena compañía y se debe tener siempre la humildad infinita para ser lo más acercado a la perfección aceptando errores y comprendiendo al resto de los mortales.

La perfección inexistente nunca es fácil y nunca se termina por completo de aprender sobre lo que sería el ideal humano, pero no es imposible.

A.S.

Arnold no podía ya ni con su alma, estaba hartado, sus tíos eran unos completos desobligados no había absolutamente nada de comida y parecían más ocupados en otras cosas, le dejaron dinero que ni se tomaron la molestia en informárselo, su primo había estado ignorándolo y para colmo de los colmos Helga le reclamo algo que ni sabía que tenía la culpa, es más ahora que lo pensaba mejor ni siquiera le dijo porque estaba tan furiosa con él, pero es que su primo Arnie se la llevo lo más lejos que pudo de él, eso no le gustaba, Arnie se podía aprovechar de estar en su cuerpo y eso le ponía los nervios de punta, solo quería dormir y que ese día de pesadilla terminara, pero...

-Arnie –La voz de su tía salió de la cocina –Ven cariño necesitamos hablar contigo

Rodo los ojos mientras rogaba a todos los cielos que esto terminara de una buena vez.

-¿Qué pasa? –Pregunta lo más parecido a Arnie que pueda pero simplemente no le sale ser como él y además estaba comenzando a molestarle un poco la nariz que seguramente era por la alergia que Arnie tenía desde pequeño y no sabía ni como la controlaba ahora.

-Tomaste el medicamento –Susurro su tía sacándolo de sus pensamientos, mientras ella le pasaba un pedazo de papel.

-Gracias

Su tía lo vio con sorpresa pero no dijo nada y él se dedicó a limpiar la nariz. Después de unos segundos ella volvió al tema que seguramente quería abordar con él. –Hijo recuerdas a la niña rubia que te presentamos hace unas semanas ¿cierto?

-Eso creo –Seguramente se refería a Helga, pensó

-Bien pues hemos logrado el acuerdo que tanto anhelábamos tu padre y yo, así que desde ahora es tu prometida

-¡¿Qué?!

-¿Qué es lo que ocurre? ¿Acaso no era eso lo que deseabas?

-Yo...no....quiero decir...mmm...mama ¿Por qué no dejar que ella diga lo que quiere? –Dijo nerviosamente

-¿Perdón?

-Me...me refiero a que debemos saber...que...que opina ella ¿No?

-¿Desde cuándo importa eso? –Dijo fríamente –Ya dije que pasara y eso se hará ya habíamos hablado de esto.

-Pero...

-Ya te habíamos dicho lo importante que es este matrimonio por favor no insistas, además parecías muy complaciente cuando supiste que te comprometeríamos con ella, ahora ¿Qué es diferente?

ADOLESCENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora