CAPITULO 8 CONVERSACIONES I

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Muchas veces sabemos que lo que hacemos en el pasado puede afectar nuestro futuro, si puede que afecten las decisiones que tomamos, errores que a veces cometemos por la falta de madurez, de experiencia, etc. Pero esto no tiene por qué ser nuestro presente y mucho menos ser el futuro, eso es lo que siempre pensé pero estuve más que equivocado al pensar que con un dedo se tapa el sol, porque es obvio que no, así como no puedes tapar una sombra del pasado cuando tuvo una gran importancia en tu vida.

Pero el pasado es pasado, no puedes vivir en por qué puedes terminar mal, el presente es vivirlo con pasión y amor como si fuera el ultimo día de tu vida, el futuro si es incierto pero siempre será a base de lo que hagas en el presente decisiones que tomes y demás, por eso el futuro no debe ser como el pasado y el pasado debe tratar de ser recordado mas no aferrarse a él, porque si no...no es vida.

B.P.

Arnold estaba en su habitación algo deprimido, pese a que Gerald y Helga habían ido para explicarle aunque esta última decía que era un exagerado y no era como que fueran algo más que amigos para que el reaccionara así, aunque ambos sabían que solo era un decir, era más que obvio que Helga se había dado cuenta de que el ya no la veía como amiga y era más que obvio que al mostrarse tan preocupada por él, ella tampoco lo veía como tal, tal vez nunca lo hizo tampoco, pero el orgullo o tal vez el miedo los mantenía en esa etapa.

Se puso de pie antes de ir a su computador donde estaba siempre en contacto con Helga, aunque ella pensaba que era otra persona distinta, aquello no le molestaba aunque parecía más que obvio para él, que era el, que no sería difícil para que ella se diera cuenta pero llevaban así ya un año.

-Hola Romeo –Era el mensaje que ella envió –Solo quería saber si estaba por ahí...bueno yo...estoy algo triste

Tenía varias semanas que ella no le había enviado nada cuando el rubio propuso que se vieran fue un momento de desesperación cuando el ya no podía más con su amor secreto hacia ella, sin poder expresárselo o gritárselo mas bien.

-Hola hermosa ¿Cómo estás? ¿Por qué alguien tan hermosa puede estar triste?

-Hola, bien soportando cada asqueroso día de mi vida en esta casa –Así sabía lo que pasaba con Helga, pues ella se abrió bastante en algunas cosas, se puso triste en un principio pero luego comprendió que ella no quería molestarlo –Y...mi amigo...quiero decir...mi mejor amigo...se enojó conmigo

-¿Por qué? –El corazón le latió rápido

-Porque es un idiota celoso

Eso no se lo esperaba pero de igual forma le ayudo -¿Por qué?

-Porque Geraldo y yo caímos y quedamos en una posición...digamos algo comprometedora

-Entonces ¿Él es el chico que te gusta? –Pregunto nervioso de la respuesta de la joven

-No

-¿Y tu amigo...porque crees que este celoso?

-Porque su cerebro ha explotado de lo grande que es su cabeza de balón, Jajaja

"Muy graciosa" pensó para sí mismo

-¿Cuándo te conoceré?

Tardo unos minutos en responder.

-Creo...que bueno...no pierdo nada –Sonrió dulcemente -¿Qué te parece si nos vemos en el parque, a las 6?

-¿Cuál parque?

-El parque Hillwood por supuesto –Carita de molestia, sonrió aún más

-De acuerdo

Ese sería la oportunidad perfecta para él, para poder decirle a Helga cuanto la amaba y cuan enamorado estaba de ella.

ADOLESCENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora