04. Ve con cuidado.
*Detroit - Míchigan, Estados Unidos.
1:30am.
Violación. Ese pensamiento seguía rondando por la cabeza de Delia. Era una tema peligroso, tanto para la persona que lo vivía como para la que no. No solo podían quedar secuelas físicas después de haber sido violada como sería tener un bebé, sino también psicológicas, que esas eran las peores al fin y al cabo. Aún así, las chicas se hicieron paso entre la gente y consiguieron entrar en el local como si supieran que estaban haciendo, cuando en realidad estaban igual de perdidas que todas las chicas; a excepción de que ellas no llevaban droga recorriendo sus venas. Se acercaron a la barra y el camarero les atendió amablemente.
— Zumo de fresa con vodka azul, por favor –pidió Delia casi a gritos para que le escuchara bien. La música estaba tan alta que tuvo que repetírselo para que este se enterara. — ¿Y tú que quieres? –le dijo a su amiga al oído.
— Malibú, malibú con piña fresca –respondió apoyándose en la barra y mirando todo a su alrededor. Chicas y chicos bailando como locos por toda la pista e incluso por donde no era la pista. Estaban por todas partes, como una plaga de cucarachas. Y por si eso fuera poco, no faltaban las "parejas" que se estaban dando el lote delante de todos como si no hubiera nadie. Sobre todo se fijó en una pareja que estaba a menos de 4 metros. El chico tenía la mano por dentro del pantalón de la chica, y esta estaba realmente feliz por eso. — Qué asco –masculló con una mueca de desprecio.
— Aquí tenéis guapas, invita la casa –les entregó el camarero los dos vasos de tubo cargados de hielo después de varios minutos esperando y se fueron de la barra.
Entre la multitud vieron un reservado vacío y no dudaron en ir allí para poder ver el panoráma desde mejor perspectiva. En el camino, Scarlett mantuvo el vaso a la vista de todos para ver si algún idiota picaba y le echaba algo. Solo así podía averiguar quién era el que había drogado a todas esas chicas de la calle. Pero la que tropezó con alguien fue Delia. Delia no se preocupó por ese choque inesperado con aquel chico y siguió su camino como si nada. Aunque el chico tenía un aspecto inofensivo, en realidad no lo era, le había echado cristal en su vaso sin que ella se diera cuenta.
Se sentaron por fin en el reservado y cuando Delia estaba a punto de beber, su amiga le quitó el vaso antes de que lo hiciera.
— ¿Qué cojones haces Scarlett? –escupió gritando intentando volver a coger su vaso. No entendía la actitud de su amiga pero esperó a que esta le respondiera antes de empezar a pelear. Scalertt le enseñó el borde del vaso como respuesta. A penas se veía pero había unos polvos blancos. — Oh madre mía... –susurró al verlo.
— Yo me ocupo –dijo llevándose el vaso y levántadose. Delia la cogió del brazo y la miró negando con la cabeza. — Pásalo bien, yo me ocupo he dicho.
— Ve con cuidado, por favor –su amiga asintió y le dejó su vaso para que pudiera beber algo, ya que su bebida había sido arruinada por un gilipollas.
Scarlett sabía quién había sido. Ir delante de Delia le había dado la ventaja de verle la cara al supuesto chico que drogaba a las chicas de este local, aunque seguramente no era el único que lo hacía, pero era al que había pillado y le iba a dar su merecido. Le buscó con la mirada por todas partes y cuando creyó haberle encontrado se acercó a él meciendo sus caderas para pasar desapercibida, puesto que estar en un grupo de chicas sin bailar llamaba demasiado la atención. Le siguió con la mirada un rato hasta que por fin salió a la terraza donde sorprendentemente no había nadie. Siguió sus pasos y salió sacando un cigarro del paquete que había escondido entre sus pechos.
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Amistad Infiltrada. (+16)
RomanceUna amistad. Un pacto. Unas reglas. Y una infiltración que lo cambiará todo. Esta obra esta registrada en Safe Creative bajo el código: 1409011876953. La copia o la adaptación de esta novela esta totalmente prohibida. Copyright © 2014 Stayinghopef...