Chapter 11

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Gracias a todas por el apoyo tanto por la novela como por lo de mi amiga, de verdad lo agradezco <3

                                                               11. Pesadez parte 1.

*Michigan - Hamtramck, Estados Unidos.

11:56pm.

 —  ¿Ya nos vamos? –preguntó Delia al ver como Wes estaba pagando todas las bebidas que habían consumido los tres a lo largo de la noche. Delia no quería irse, había venido a pasárselo bien y aunque lo estaba consiguiendo, no era suficiente para ella. Necesitaba más.

 —  Se acabó lindura, estás demasiado bebida y solo son las 12 de la noche, te voy a llevar a casa ahora mismo –le reprochó el chico que ya se empezaba a cansar de la actitud de la morena, quién no paraba de hacer el bobo y de decir estúpideces todo el rato.

Dexter hacía un par de horas que se había ido, le había surgido algo, o al menos eso había dicho. Wes sabía que algo andaba mal y que por eso se había marchado tan repentinamente, pero estaba tan concentrado en el escote de Delia que casi no podía pensar en nada más que desnudarla. Aunque sabía que tenía a Scarlett esperando por la visita de su "amiga" y no quería irse a la cama sin haber visto a la rubia.

Quería verla a pesar de su molesta erección.

Arrastró la silla para levantarse e incitó a Delia para que hiciera lo mismo. Ella se levantó torpemente de la silla y cogió su bolso de encima de la mesa. Estaba tan mareada que todo el bar le daba vueltas y aunque se frotara los ojos para aclarar su vista seguía viendo igual de borroso que al principio, era como si de repente fuera miope. Estaba casi al borde del coma etílico y sino fuera por Wes no habría llegado ni a la salida. Él la cogió en brazos y la cargó todo el camino hasta asegurarse de que estaba a salvo dentro del coche.

 —  Ponte el cinturón, anda.

 — Oh vamos, ¿acaso estas bebido como para tener un accidente? –habló Delia sonriéndole con la misma sonrisa que había tenido durante toda la noche. Estaba increíblemente fascinada por lo que era Wes de cerca, no podía creer que su amiga fuera tan tonta de no tirarse a los brazos de este hombre, ella sin duda se lo estaba planteando.

 —  No, pero estoy tocado, te recuerdo que no has sido la única que ha bebido, quizá si hayas sido la que más pero no la única, así que ponte el cinturón o te lo pongo yo –le ordenó Wes con mala cara, no le gustaba que le llevaran la contraria y mucho menos que no le hicieran caso en una orden, pero entendía que estaba borracha y que posiblemente el comportamiento de niña pequeña que estaba teniendo era por culpa del alcohol.

Delia le miró con diversión y se quedó quieta esperando a que el muchacho le pusiera el cinturón. Él, sin tener otra opción que ponérselo apoyó una de las manos en las piernas de Delia y entró medio cuerpo para poder meter el cinturón en su enganche, en cuanto escuchó el click se intentó apartar pero la voz de la morena le cogió por sorpresa.

  —  Me gustan tus labios –suspiró atrayendo la cara del chico hacía la suya propia. Él le sonrió pícaro y negó con la cabeza descaradamente al notar las intenciones que tenía Delia.

  —  No me gusta que me besen en la boca –habló y al ver como cambiaba la expresión de la morena continuó explicándole,– Eso no quiere decir que nunca haya besado eh, pero ya sabes, besar otros labios se siente como... –tragó saliva y trató de pensar en algo que fuera fácil de explicar para que la chica ebria lo entendería. —  Como compromiso, se siente como eso.

Amistad Infiltrada. (+16)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora