17. Descubriendo.
*Detroit - Míchigan, Estados Unidos.
Estacionó en el parking del gimnasio y se adentró en busca de Scarlett, estaba nerviosa porque sabía que su amiga no estaba bien, no estaba bien cuando se encontraba cerca de Wes. ¿Pero que podía hacer ahora para arreglar la situación en la que ambas se habían metido? Sin duda no podía dar marcha atrás ni aunque quisiera, ya que por el bien de su amiga haría cualquiera cosa. Una de ellas: dejar todo esto e ir a la cárcel. Solo para que se mantuviera lejos de Wes.
O Wes el mafioso en la cárcel, o las mejores amigas mafiosas en la cárcel. No había sitio para tanto mafioso, sin duda.
Delia seguía sin entender por qué Scarlett no encajaba en la personalidad de Wes. Ambos eran mafiosos. Ambos habían hecho cosas malas, quizás no como las que Wes había hecho pero parecidas. Siguió caminando por el pasillo con la cabeza llena de pensamientos y cuando se dio cuenta de que no había nadie a la vista sus pulsaciones comenzaron a subir descaradamente. Tenía miedo de que Wes hubiera escuchado como Scarlett nombraba cárcel y su nombre en una misma frase.
— ¿Scar? –gritó como última opción intentando averiguar su paradero.
— En el vestuario de chicas, todavía sigo arreglando mi enredoso pelo –gritó de vuelta Scarlett cuando escuchó la voz de su mejor amiga.
Para Delia fue un gran alivio escuchar la voz de la rubia y se dirigió hacía los vestuarios sin pensarlo.
— ¿Que mierdas pasa contigo y con Wes? –le preguntó mientras le saludaba dándole un beso en el hombro para no molestarla, puesto que sabía que Scarlett odiaba que la molestaran cuando estaba arreglándose el pelo.
— Dirás que qué mierdas pasa con él –pausó para mirar a Delia. — Se ha ido, ¿cierto?
— No lo he visto por ningún lado así que supongo que sí, que se ha largado y te ha dejado aquí tirada como una perra del montón –se mofó riéndose de su mejor amiga, lo que para una era divertido para la otra era un infierno total y esa mofa solo lo hacía peor.
Scarlett volvió a mirar a Delia pero esta vez con mala cara, ya estaba lo suficientemente enfadada como para que ahora su amiga le enfadara todavía más.
— Es un hijo de puta, juro que como me lo encuentre le pego un tiro, o quizá varios, por si acaso –dijo dándose un último repaso a su peinado. Se había rendido con los rizos y se lo había recogido en una cola de caballo.
— Deja de decir gilipolleces y vámonos –agarró a Scarlett del brazo y tiró de ella hasta el coche.
En el parking, la rubia volvió a mirar por todas partes para ver si veía a Wes pero no había rastro ni de él ni de su coche. Sabía que lo había hecho enfadar pero no sabía que tanto como para que saliera corriendo. Se abrochó el cinturón una vez dentro y se quedó sin decir nada en todo el camino, al igual que Delia. Únicamente se podía escuchar la música que había en la radio. En ese momento el móvil de Scarlett empezó a vibrar.
Owen(2:30pm): Está bien saber que no estas enfadada, y no, no hay nada malo que debas saber acerca de mí, es solo que Wes es bastante mentiroso y manipulador. Lamento que haya sido tan cruel contigo.
Scarlett(2:31pm): Mmm entiendo, no te preocupes. Podría haber sido peor, supongo.
Owen(2:33pm): Y bueno, ¿qué haces esta noche?
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Amistad Infiltrada. (+16)
RomanceUna amistad. Un pacto. Unas reglas. Y una infiltración que lo cambiará todo. Esta obra esta registrada en Safe Creative bajo el código: 1409011876953. La copia o la adaptación de esta novela esta totalmente prohibida. Copyright © 2014 Stayinghopef...