20.
*Michigan - Hamtramck, Estados Unidos.
— A lo mejor la que está trabajando para la policía eres tú y solo eres una falsante más –dijo dejándolo caer como quién no quiere la cosa pero desbloqueando la pistola que reposaba en la nuca de Scarlett, por si tenía que llegar a usarla, algo que en el fondo no quería hacer.
La chica se alarmó pero no tuvo miedo, de hecho empezó un juego un tanto peligroso para asustarlo y que la dejara salir de ahí lo antes posible. Todavía seguía poniéndole nerviosa tanta cercanía.
— ¿Que pasaría si eso fuera así? ¿Me matarías? –el chico no dudó ni un segundo para asentir empezando a cabrearse. Scarlett tragó saliva teniendo clara la respuesta desde un principio. Como no, pensó.
— ¿Trabajas o no para esos hijos de pu'ta? –gruñó sacudiendo a la rubia para que hablara tan rápido como su boca se lo permitiera. Odiaba estar en duda, puesto que no era la primera vez que le habían intentado engañar para meterlo en la cárcel, por lo que este tema era un tanto delicado para él, y cualquier broma acerca de la cárcel podría acabar en tragedia. Sobre todo por la facilidad que tenía Wes de matar a quién fuera con tal de no acabar en esa jaula metido.
— Pregúntame eso cuando estés entre rejas, aunque para ese entonces supongo que ya sabrás la respuesta.
Ella, tan ingenua intentó hacerse paso para salir del cuarto del baño y dar la conversación por finalizada, pero para Wes esto solo acababa de empezar. La agarró con más fuerza de la que emplearía en una chica y la estampó contra la pared. — Esto no acaba aquí –añadió con dureza y sin meditarlo mucho empezó a cortar su respiración con la pistola. Había perdido el control, no podía parar de hacer presión, y de en todo momento mirar a los ojos de Scarlett, quién ahora se encontraba luchando por su vida. Daba golpes con sus manos al aire intentando darle para que se detuviera, pero la presión no cesaba.
Ahora Scarlett sí tenía miedo de la persona que estaba mirando fijamente a los ojos. Se decía a si misma que ese no era Wes, pero estaba tan claro como el agua que esta era la verdadera cara del jefe. Peligroso como un animal salvaje suelto, justamente como les dijo el comisario a las chicas.
En un último intento por respirar antes de caer inconsciente al suelo levantó su rodilla con fuerza y le dio en sus partes bajas, algo que logró que Wes la soltara para retorcerse de dolor. Pero aun no había terminado. Ante la huida de Scarlett, el chico no se lo pensó dos veces y disparó casi al aire, solamente para detenerla del susto.
Pero por desgracia la bala impactó en el hombro de Scarlett, algo que le causó muchísimo dolor, tanto dolor que cayó al suelo mientras la herida empezaba a sangrar. De un momento a otro todo se volvió un completo caos. Había sangre en el suelo y pólvora en las manos de Wes que lo hacía total culpable de lo que acababa de pasar. Este no se podía creer lo que estaba viendo, mucho menos lo que acababa de hacer. No quería disparar a Scarlett, no estaba en sus planes ya que no sabía si realmente había dicho la verdad o solo estaba bromeando. Se olvidó de su enfado o al menos lo intentó y trató de ayudarla a levantarse pero ella se negó a pesar de que sabía que necesitaba ayuda.
En un abrir y cerrar de ojos Scarlett quedó inconsciente.
De Wes para Owen.
Tengo que ir con Scarlett a hacer un intercambio, ven a su casa y quédate con Delia hasta que despierte. Está borracha.
Después de ese mensaje le hizo una llamada perdida para asegurarse de que lo había leído y de inmediato su móvil vibró.
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Amistad Infiltrada. (+16)
RomanceUna amistad. Un pacto. Unas reglas. Y una infiltración que lo cambiará todo. Esta obra esta registrada en Safe Creative bajo el código: 1409011876953. La copia o la adaptación de esta novela esta totalmente prohibida. Copyright © 2014 Stayinghopef...