Chapter 6

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                                                                                06. Matente en calma.

*Detroit - Míchigan, Estados Unidos.

11:45am.

Scarlett miró a su amiga después de recibir ese mensaje, pensando que era de ella y que algo había salido mal, pero estaba en la misma posición que antes, e incluso esta le sonrió cuando le pilló mirándola. Su móvil volvió a sonar y en la pantalla apareció otro mensaje. El mismo número privado que le había dicho que corriese estaba mandando mensajes con la cuenta atrás.

3.

2.

1.

Se volvió a girar confusa hacía su amiga y había desaparecido. Ya no estaba tras ese muro de cemento. Se apoyó en los escombros que estaba ella y miró hacía todas partes asustada. Estaba deseando que esto fuera una broma pesada de la morena, pero no lo era. Unas manos la jalaron por la cintura con fuerza y le obligaron a mirar al frente. Le había pillado tan desprevenida que no le dio tiempo a sacar la pistola que guardaba. Scarlett a pesar de ser un manojo de nervios intentó que el miedo no le inundará el cuerpo. Era valiente y se lo iba a demostrar al cabrón que la tenía acorralada.

  —  Tu madre no te ha educado para que andes asustando a las señoritas –replicó sarcástica y le dedicó una sonrisa a aquel chico de mediana estatura. Tenía los ojos oscuros como el carbón y la barba que cubría parte de su rostro le hacía verse más mayor de lo que realmente era. 

El chico se mordió el labio.

  —  Apuesto a que tu madre tampoco te ha educado para que seas tan puta –Bam. Eso había sido un golpe bajo para Scarlett, su respuesta le dejó sin saber que decir. —   ¿No te han dicho nunca que espiar a alguien es de mala educación?

  —  No –insistió vacilante. —   Pero gracias por la lección –le guiñó un ojo y el chico la miró con más enfado en sus facciones. Él no estaba para bromas. Tenía un encargo que cumplir y ella se lo estaba poniendo en bandeja para que sus ganas de hacerlo aumentaran.

  —  Eres una zorra –dijo sacando una pequeña navaja de su bolsillo. Aún siendo pequeña, la hoja estaba tan afilada que con tan sólo mirarla te podías cortar. Cansado de la actitud de la rubia, rasgó la piel de su cuello. —   Atrévete a vacilarme otra vez y te degollo –añadió pasando la hoja a lo largo de la garganta de Scarlett sin cortar.

Scarlett reprimió una queja de dolor ante el corte que le había hecho y aguantó los siguientes cortes que seguían rasgando su piel, provocando que la sangre fluyera desde su cuello hasta morir en la tela de su camiseta. Ahora sí tenía miedo por primera vez en su vida. El chico estaba totalmente dispuesto a todo y no quería ni imaginar lo que le estaban haciendo a su amiga desaparecida, que en cierto modo, era lo que más le preocupaba; su mejor amiga.

  —  Lo siento, tengo órdenes de matarte... –se disculpó falsamente mientras sacaba un revolver. Apuntó al estómago de Scarlett y presionó contra este. El chico desbloqueo la pistola con rapidez y giró el cargamento de balas. Ella tenía los ojos cerrados y la mandíbula apretada, estaba totalmente preparada para recibir la bala.

  —  ¡Déjala! –gritó una voz gruesa a unos cuantos metros de la situación tan peligrosa en la que se encontraba Scarlett. —  He cambiado de opinión –comentó una vez estaba más cerca.

El que sostenía el revolver enseguida soltó a Scarlett y se retiró, no lograba entender por qué el chico que acababa de aparecer había hecho eso. Lo miró por última vez y le dejó a solas con la rubia, que todavía sangraba. Scarlett suspiró aliviada y se llevó las manos al cuello, lleno de sangre. No se dignó ni a mirar al chico que le había salvado, puesto que sabía por lo que había escuchado que él había sido quién mandó al otro chico a que la matara.

Amistad Infiltrada. (+16)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora