Amistad Infiltrada. (+16)

Chapter 19

                                                           19. Tensión sexual no resuelta.

*Michigan - Hamtramck, Estados Unidos. 

 —  Hola a ti también Scarlett –le dijo a la rubia desde lejos cuando se había separado de Delia. La chica le devolvió el saludo con un movimiento de cabeza y se sentó en el sofá, enfrente de Wes. —  Así que vamos a beber a lo loco, ¿no?

Las chicas asintieron a su pregunta y Delia empezó a dejar en la mesa los vasos de chupito junto con el tequila, la sal y el limón. Scarlett pidió a su amiga que trajera un bote de la cerveza que había comprado para ella porque el tequila no le hacía mucha gracia y porque además, tampoco quería emborracharse. El plan era emborrachar a Wes, pero Delia seguramente iba a caer como siempre. No era alcohólica pero no se resistía a la bebida. Una vez estaba todo en la mesa, Delia se sentó justamente al lado de Wes.

 —  ¿Me habéis traido aquí por algo en especial? –preguntó el chico echando el tequila en los dos vasos de chupitos y mientras esperaba la respuesta se echaba la sal al costado de la mano, mirando de reojo a Scarlett, la cual estaba bebiendo cerveza como si no hubiera un mañana.

 —  Quería conocerte más...

 —  ¿Solo tú? –interrumpió Wes. — ¿Tú no estás interesada en conocerme más? –miró a Scarlett al formular la pregunta y esta se encogió de hombros, casi ignorando la pregunta que había escuchado perfectamente. Scarlett se negó a responder. No quería enfadarse tan pronto, aún quedaba mucha noche y no quería tener que estar de mala gana, aunque ver a su amiga comiéndose a Wes con la mirada no era nada agradable y eso ya le enfadaba sin entender el por qué.

La botella de tequila a medida que iba pasando el tiempo se iba vaciando cada vez más e incluso ya iban por la segunda, pero el alcohol todavía no había hecho efecto en Wes. Por ahora el plan iba de pena, Delia no paraba de beber y de hacer tonterías por estar borracha y Wes, a la persona que había que emborrachar, parecía inmune al alcohol. Por no mencionar el claro tonteo que había entre la morena y el jefe.

 —  Voy al baño un momento –se levantó la rubia de su asiento y se dirigió hacía el baño. Sabía que no hacía falta avisar de que se iba porque ni su amiga ni el chico al que odiaba estaban pendientes de su presencia. En el baño marcó el número de Delia y la llamó, esperando que cogiera el teléfono para avisarle de que dejara de beber o el plan se iría a la mierda. — ¿Qué estás haciendo estúpida? Deja de beber y ve directa a la pregunta.

 —  No, no quiero vuestros servicios –fingió para que el chico no se diera cuenta de que la que en realidad estaba al otro lado era Scarlett llamando desde el baño. Cogió aire y entre risas volvió a hablar balbuceando por la gran de cantidad de alcohol que tenía en su cuerpo. —  Estoy contenta con mi compañía teléfonica.

Wes se rascó la cabeza al escuchar que la llamada que había recibido Delia era de una compañía de teléfonos. Algo no le encajaba y no le gustaba tener la sensación de que todo el mundo estaba enterado de lo que estaba pasando menos él, así que cogió el teléfono de las manos temblorosas de Delia y se lo puso en la oreja.

 —  Céntrate, suelta la botella de tequila de una vez y no dejes que Wes te meta mano delante de mis narices, ¿entendido?

 —  ¿Quieres que te meta mano a ti? –touché. Wes habló con serenidad y se aclaró la garganta esperando por la respuesta de la rubia. Scarlett estaba tan sorprendida y nerviosa que solo le salió colgar el teléfono.