Prólogo.

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¿Alguna vez sintieron esa angustia de estar solo?,¿Aún habiendo tantas personas las cuales aseguran amarte?,¿Han sentido esa presión en el pecho que te impide creerles?,¿Lo sintieron?,¿Lo están sintiendo?.

Esa sensación tan conocida para muchos y un misterio para otros era lo que sentí todos los días de mi corta existencia,esa maldita angustia,ese sentimiento de culpa,ese presentimiento de que todo saldrá mal,esas miradas,todas apuntando a ti aunque no sea  así. Sentir eso cada segundo,cada día,hasta el fin de tu vida.

Y no,yo no dejaré 13 cassettes para que alguien los escuche, tampoco una carta o lo haré público,pues esto es mío,nadie debería sufrir por la partida de alguien así,tan insegura,tan débil,tan rota. 

No escribo esto por llamar la atención, tampoco como despedida,mucho menos para causar algún sentimiento en alguien,solo hago lo que he venido haciendo durante toda mi vida,confiar en un pedazo de papel, escribir en el y confiar en que estará seguro en mi habitación.

Aún así,si esto llega a leerse,si esto sale a la luz,si mis sentimientos llegan a ojos de alguien ajeno a mi presencia,solo queda  pedirte,seas quien seas,que seas sutil,no tomes esto tan en serio,no compartas tan bruscamente los pensamientos de alguien muerto.

Tengo fé en tí,antes de reportar está evidencia te pido que leas lo que siempre callé,que comprendas el porque de mi última decisión.

Atentamente:

Rossana Wallkerville.

Absente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora