Era una imagen digna de admirar desde cualquier ángulo: Piper dormida sobre el hombro de Alex, posando no solo su mano derecha sobre sus costillas, si no también su pierna sobre las suyas. Sí, así se cerca se necesitaban, porque todavía aún entre sueños seguía pareciendo irreal.
Vause se despertó confundida y no solo por el sol que a las doce del medio día se encontraba en su punto cúlmine y le daba de lleno sobre sus ojos increíblemente verdes, si no porque estaba completamente desnuda y con Piper de la misma manera a su lado.
Se lo había imaginado tantas veces, que necesitó abrazarla fuerte para comprobar que esta vez era cierto, que su cuerpo cálido y su piel tan suave estaba sobre ella. Y si bien no era la primera vez que dormían juntas ahora sí podía besarla, aunque no sabía si era correcto... pero hasta hace unas horas se habían besado hasta los lugares donde el sol nunca llega, ¿por qué un simple beso en los labios sería tan erróneo? Más teniéndolos tan cerca, era casi pecado no hacerlo.
-: Pipes – susurró muy despacio mientras acariciaba su espalda, pero Piper no se movía... - Pipes, creo que deberíamos levantarnos – susurró de nuevo y esta vez la rubia la apretó aún más cerca rozando sin querer su seno izquierdo, estremeciendo por completo el cuerpo de Alex. Eso fue lo que necesitó para dejar de dudar y sin aguantarse más levantó su mentón muy despacio hasta dejar sus labios a centímetros de los suyos y los besó, con parsimonia y suavidad hasta que por fin fue correspondida y por esos treinta y cinco segundos se sintió completa por primera vez en mucho tiempo.
Piper abrió sus ojos muy lentamente con miedo, todavía dudando si de verdad era Alex y bajo esa completa luz del día sus ojos eran más cautivadores, más embriagadores y aún más perfectos.
-: Buenos días Al – susurró a su jefa que no dejaba de mirarla con amor
-: Buenos días Pipes – dijo sin dejar de mirarla
-: ¿Qué sucede? - preguntó refregándose los ojos, intentando acostumbrarse a la luz
-: Tus ojos – dijo completamente perdidos en ellos
-: ¿Qué tienen?
-: Nunca había visto unos así de lindos – dijo sin pensar
-: No mientas, todos los días tienes la suerte de ver los tuyos – susurró sonrojando a Alex que para no delatar ese rosado en sus mejillas volvió a besarla por más tiempo del permitido, tanto... que solo la falta de oxígeno logró separalas, pero solo para poder continuar. Porque Piper ya tenía sus dedos sobre el pezón izquierdo de Alex y ésta intentaba controlar su respiración ya acelerada.
Pero no podemos olvidarnos que acá Vause es la jefa y sin que la rubia se lo imagine ya tenía su dedo índice recorriendo toda su vagina, muy despacio desde su entrada, jugando con sus jugos entre sus falanges y disfrutando del contacto de su piel aterciopelada, llevando esa humedad hasta su pequeño clítoris que empezaba a tornarse más tenso mientras hacía pequeños círculos sobre él, para luego hacerlo en forma vertical y horizontal intercaladamente. Sacando más de un gemido que moría entre los labios, la saliva y el aliento que chocaba y se mezclaba entre sus bocas.
Y vaya espectáculo para dar a las doce del medio día sobre una terraza neoyorkina, porque sin poder esperar Piper ya había empezado a deleitarse de esas dos areolas tan exquisitas que tenía la pelinegra y que solo podía lamerlas sin parar mientras sentía el increíble frote sobre su clítoris, que no fue hasta que Chapman acabó largando una pequeña cantidad de eyaculación femenina, que Alex se detuvo. Lamentó terriblemente no haber podido retener todo ese líquido en su boca, pero todavía impulsada por el calor del momento y por ese sabor que antes desconocía, pero que ahora ya era adictivo, llevó sus dedos hacía su boca para disfrutarlos y deleitarlos. Sin embargo la rubia la detuvo y ante una mirada que podía derretir toda la Antártida succionó sus dedos, probando de su propio sabor.
![](https://img.wattpad.com/cover/169642280-288-k97884.jpg)
YOU ARE READING
Tú, la más linda coincidencia
Fanfiction"Yo solía pensar que las coincidencias no existían, hasta que te vi y la sola interacción con tus ojos me hizo dudar hasta de mi propia existencia."