Cap. XVII

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ATENCIÓN: este capítulo puede tener contenido sensible para algunas personas.

María pronunció un "bueno, yo ya os dejo solas" y se excusó diciendo que tenía asuntos que tratar con Mimi. Era obvio que las presidentas necesitaban privacidad y era la oportunidad para que ambas bajaran la guardia, así que al cerrar la puerta, tanto Alba como Natalia supieron que no tendrían escapatoria.

Ellas tenían cosas que decirse.

–Así que ella es tu ex novia –la morena fue la primera en romper el silencio que ya de por si era bastante incómodo.

–Ella y yo nunca fuimos... Ya sabes, exclusivas –confesó apenada. Había un pasado de promiscuidad del cual nunca se había sentido avergonzada, ni siquiera ante sus padres, sin embargo, con Natalia era diferente y por un instante se lamentó por todo aquello.

Se lamentó demasiado por esa Alba que había vivido en Londres.

–Pues por la manera en como te defiende, en como se aferra a ti, creo que ella piensa diferente, quiero decir, ella se siente con derechos de propiedad sobre ti, como si fuera tu dueña.

–Julia es algo... posesiva –aclaró la rubia –pero tú pareces estar algo, ¿celosa? –se atrevió a decir, arrepintiéndose casi de inmediato, porque a diferencia de las ocasiones anteriores, su voz iba cargada de esperanza.

–¿Es en serio, Alba? Quiero decir, tú eres tan guapa... –"tan perfecta" pensó. ¡Opss! Lo había dicho de nuevo, se dejó llevar y estaba mostrando su lado más tierno. Pero reaccionó, aunque lo más probable es que ya fuera tarde –Y en cambio ella... ¡es una bruja mal teñida!

La joven Reche rio, entendía perfectamente el concepto.

Recordó que María solía llamarla bruja del papel albal porque una vez le vio en la peluquería y desde ese momento el mote fue indiscutible.

–Pero no me has respondido a si estás celosa –no permitiría que Natalia escapara por la tangente esta vez.

–¿Por qué debería estarlo? –levantó una ceja, como analizando lo que pasaba por la mente de Alba.

–Te hiciste pasar por mi novia.

–No me pareció que te molestara.

–Y no me molestó, es solo que no entiendo por qué lo hiciste.

–María me lo pidió –se encogió de hombros.

–Tu odias a María.

–Puede que comience a simpatizarme un poco –sonrió de medio lado.

–¿Y yo? –preguntó Alba muy nerviosa –¿También comienzo a simpatizarte?

Pero Lacunza negó con la cabeza.

–A ti te odio, Reche, y eso no va a cambiar nunca.

–Pues para odiarme como dices te tomas demasiadas atenciones conmigo, ¿no te parece?

–Deja de decir tonterías y mejor dime, ¿por qué te fuiste a entrevistar con una arquitecta desconocida? Debiste consultarme primero, así sabrías que tenemos convenio con una constructora.

–Porque creo firmemente en apoyar a los talentos jóvenes y el currículum de esta chica es increíble, además cobra la mitad.

–Aún así me habría gustado que lo consultaras conmigo antes –respondió secamente, aunque el hecho de reducir gastos comenzaba a gustarle.

–Pero si crees que tengamos problemas por incumplimiento de contrato con la constructora, entonces...

–Nah, déjalo, yo me encargo de solucionar eso, además es tu proyecto y yo te di mi voto, supongo que debo dejarte volar y que la cagues tú sola, así me deslindas de toda responsabilidad –le guiñó un ojo.

Misión, visión, valores y objetivos de una empresa no cumplidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora