Hurts Like Hell [TomTord]

Capítulo 4

No, I don't want to fall in love.
No, I don't want to fall in love.
With you. With you.

Mientras que Tom cantaba, escribía miles de cartas de amor para él. Cartas que nunca le revelaría porque sería rechazado al momento, pero aún así no podía detener aquellas dulces palabras que pegaba contra el papel. Salían solas, sin control alguno.

No, I don't want to fall in love.
No, I don't want to fall in love.
No I
No I
Nobody loves no one.

Sus canciones solían tratar del mal amor, de la depresión o de como odiaba a todo lo que le rodeaba. A pesar de no ser temas agradables, sus canciones me parecían obras de arte, canciones que repetiría en mi mente más de una vez sin dudar. Solía aprenderme las y cantar junto a él en voz baja.

Llevaba dos semanas viviendo con Paul y Patryck. Esta pareja parecía un matrimonio preocupado porque su hijo no sale a socializar y pasa su tiempo encerrado en su habitación. Ese hijo soy yo, y paso mi tiempo encerrado en mi habitación, escuchando y escribiendo. Puede sonar aburrido, pero es justo al contrario. Me siento vivo de nuevo, sueño sin preocuparme de que al día siguiente olvide los recuerdos de cuando tenía una buena vida.

Ya no hay necesidad de llorar.
No hay necesidad de estar triste.

Escuché a Paul subir arriba, escondí las cartas lo mas rápido que pude y tomé un libro para disimular estar leyendo. No quería que descubrieran esas cartas, eran importantes para mí y sobre todo, eran privadas. Paul entró.

-Hey, deja lo que estés haciendo y arreglate.

Primero cerré la ventana, Tom podía escuchar esa conversación.

-¿Por qué?

-Porque nos vamos.

-¿A dónde?

-A un sitio.

-¿Cuál?

-A una casa.

-¿Qué casa?

-Deja de preguntar si no quieres que te rompa el recto a tiros -contestó irritado-. Ahora vístete, te esperaremos Pat y yo abajo.

Salió de mi habitación para que me arreglara. Suspiré, tendría que dejar de escribir y seguir cuando regresara, aunque no me agradaba del todo la idea.

Me puse cualquier cosa con la que no pareciera un vagabundo y bajé.

-Péinate un poco, ¿no? -Patryck me peinó.

-Patryck, no soy tu hijo...

-Tu recibimiento tiene que ser adecuado para que dejes de estar así.

-¿Adecuado?

Entonces supe a donde íbamos.

Querían que yo fuera a la casa de los chicos, y si tenía suerte, reconciliarme con ellos.

Algo imposible.
Algo que solo sucedía en mis mejores sueños.

-¡Hey, esperad!

Me llevaron a rastras, me sacaron de casa mientras que yo intentaba quitar el agarre de ellos dos, pero mis brazos tenían la fuerza de un niño pequeño y mis piernas no eran de mucha ayuda.

Quedamos enfrente de su puerta.

[...]

Esperé cualquier cosa.
Esperé gritos.
Esperé odio hacia mí.
Esperé a que me echaran de su hogar.

Esperé de todo, en mi mente creé miles de posibilidades.

Menos que hubiera un perdón.

Imaginé este día por mucho tiempo, pero jamás se me olvidará sus rostros en aquel momento.

Matt estaba tan asustado, no sabría decir si era por verme vivo o por mi estado físico. Sin embargo, fue el primero en perdonarme.

Dejó atrás el pasado, olvidó cuando golpeé su rostro y me perdonó.

Edd me miró disgustado, tal vez incluso impresionado. Tenía recor, y era algo entendible. Me perdonó, pero soy su punto de mira.

Me dio una segunda oportunidad, pero tiene que ver que realmente cambié.

Y pienso demostrárselo.

Y Tom...

Sus palabras calaron hondo en mí.

"Tu y yo nunca seremos amigos.
Incluso si antes había una pequeña y remota oportunidad de llevarnos bien, lo arruinaste.
Tú eres el problema."

Se enfadó con sus amigos por perdonarme, en su cabeza no entraba la idea de tenerme de nuevo, de dejarme entrar en su corazón.

Las flores empiezan a florecer, se convertirán hermosas con el tiempo.

Otras están al borde de la muerte.