Capítulo 11 (Tom)

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—¿Debería matarte y enterrarte en él jardín o debería matarte y esconderte bajo la cama? —Edd apretaba las sabanas de mi cama tratando de no estrangularme.

—Deberías calmarte —reí con nerviosismo—. Vamos, no tienes que ponerte así.

Traté de escapar de la situación, no había sido el mejor momento, pero nunca encontraba tiempo para decírselo. Edd es mi mejor amigo, y sabía que él podía ayudarme con mi situación.

Edd respiró profundamente y suspiró.

—¿Qué demonios pasa por tu mente?

Era una buena pregunta, pero no tenía la respuesta.

¿Qué había en mi mente? Ahora estaba inundada de imágenes y pensamientos contradictorios. ¿Empecé a tomarle importancia a Tord solo por qué me dejó finalmente en paz? ¿O es por qué me di cuenta de que realmente estoy muy solo, y no soporto la idea de desperdiciar la oportunidad de que alguien me ame?

Todo lo que digo suena tan egoísta de mi parte, si tan siquiera considerar en lo que el noruego pueda pensar de mi a estas alturas.

No, sin tan siquiera pensar en lo que yo en verdad siento, porque todo en mi es un verdadero caos y es patético el hecho de que solo pueda organizarme bebiendo.

¿Qué siento por él? ¿Pena? ¿Amor? No se como se siente amar, no puedo asegurar que sea eso. Tampoco puedo enamorme de él de la nada, sería surrealista.

Me tumbé en la cama cansado, suspiré, cerré mis ojos. Edd se acostó a mi lado.

—De alguna manera u otra, siempre acabo siendo el consejero del amor. No soy un experto en el tema, ¿Por qué siempre recurrís a mi ayuda?

—Bueno, en esta casa eres el que sale con Matt, y si yo le contara mis problemas a él acabaría peor que yo —abrí un ojo para mirarle —. Y por mucho que te quejes, siempre das los consejos acertados.

Nos quedamos en silencio, miré el techó blanco de mi habitación.

—¿Qué debería hacer?

—De momento aclararte, si por alguna razón a empezado a gustarte Tord, deberías tenerlo muy claro antes de decirle algo.

Edd hizo una mueca, debió pensar que Tord me mandaría a tomar viento después de ser tan borde con él.

Siempre acabo siendo el estúpido, el que queda como el malo de la historia por no pensar con claridad. Me pasé, y lo reconozco, pero era demasiado para mi, ni en sueños podía imaginar que todo eso podría pasar, y tenía mucho rencor después de todo lo que paso.

—Duerme un rato y relajate, tal vez ayude —Edd estiró su brazo hacia la mesilla de noche, me entregó mi osito de peluche.

Edd se levantó de la cama, yo entré en las sabanas. Iba a hacerle caso, además estaba algo cansado.

—Buenas noches, Tom.

—Buenas noches, Edd.

Debía pensar en muchas cosas.

Hurts Like Hell [TomTord]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora