Capítulo 18 (Tom)

887 118 18
                                    

25 de mayo, 19:03p.m.

Me preparó para ir a casa de Tord, siento una ligera presión en mi estomago por culpa de los nervios. Trato de no espantarme con todas las ideas que pasan por mi mente.

Era todo tan curioso.

Cuando era pequeño, me encantaba jugar con él. De adolescentes la cosa cambió, y de adultos ya no podíamos soportarnos. Ahora, estoy apunto de ir a su casa a confesar todo lo que pienso. Suena como un chiste barato.

Nunca me imagine de esta manera, ¿enamorado?, debía darle una oportunidad al amor. Era eso lo que siempre anhele, algo de amor.

Termino de ponerme la ropa y me peino. Me vi en el espejo, la expresión de mi rostro me lo dijo, no podía aguantar más.

Agarré las llaves de casa y bajé las escaleras algo apurado, Edd me vio y me sonrió dandome buena suerte. Sabía que en el fondo estaba preocupado por mi, por como podría terminar esta pequeña historia de amor no correspondido.

Era el protagonista de una historia drama y amor, y yo solo deseo ponerle punto y final. ¿Acabaría con un final feliz? El destino, el tiempo, lo que fuera que existiera, ¿me darían un último golpe, o me enseñarían algo de piedad?

Supongo que nada de eso sirve, porque el que toma las palabras y las decisiones al final soy yo.

Camino por todas las calles necesarias para llegar a su departamento. Paso por al lado del bar en el que nos encontramos y me detengo a observarlo por unos segundos.

"—Si tienes algo que decirme, dilo ahora, voy a regresar a casa."

Entonces le miré, aún con duda en mis palabras.

"—Solo...Solo quería saber donde quedaba tu casa."

Y en ese momento formulé cualquier escusa, solo para poder quedarme un poco más viéndolo cara a cara. Su rostro mostraba sorpresa, sus mejillas se colorearon ligeramente de carmesí, sabía que le había gustado escuchar eso, pero mantuvo compostura ofreciéndome ir con él. También dudo de sus palabras.

Suspire, había perdido el día libre hoy, así que no tenía que trabajar. Continúe mi camino y llegue al edificio, entre y subí hasta su hogar, era la última puerta al final del pasillo.

Toqué varias veces porque no respondía.

Una señora salió de casa, y se giró al verme tocando.

—El muchacho que vive ahí no está en casa, siempre llega muy tarde.

—¿De verdad? —dije incrédulo.

—Si, siempre lo escuchó abrir su puerta. Suele venir entre las once y las doce de la noche.

Agradecí su ayuda, ella se fue.

No estaba...

Volví a casa algo desanimado, tenía que volver más tarde.

Volveré a por ti, Tord, lo prometo.

Hurts Like Hell [TomTord]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora