F U L L M O O N

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Se quitó el abrigo, dejó en el suelo el farol y metiéndose en la tumba sin terminar trabajó en ella durante una hora con muy buena voluntad. Pero la tierra se había endurecido con la helada y no era asunto fácil desmenuzarla y sacarla fuera con la pala; y aunque había luna, iluminaba muy poco la tumba, que estaba a la sombra de la iglesia. En cualquier otro momento estos obstáculos hubieran hecho que Gabriel Grub se sintiera desanimado y desgraciado, pero estaba tan complacido de haber acallado los cantos del muchachito, que Grub apenas se preocupó por los pocos avances que lograba.

Cuando la noche de trabajó terminó, miró la tumba con melancólica satisfacción, murmurando una tonada mientras recogía sus herramientas:

Valiente final para cualquiera~
Valiente final para cualquiera~
Un poco de tierra fría, cuando la vida ha terminado,
Una piedra en la cabeza, y otra en los pies helados,
Una jugosa comida... para los gusanos,
Las flores en la tumba, y la tierra ya se ha echado,
¡Valiente final para cualquiera~
Aquí en el camposanto~!

Duendes en Navidad (CHARLES DICKENS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora