De nuevo la nube luminosa traspasó el cuadro y de nuevo cambió el tema.
Ahora el padre y la madre eran ancianos e indefensos, y el número de los que les rodeaban había disminuido a más de la mitad; pero el contento y la alegría se hallaban asentados en cada rostro, brillaban en cada mirada, mientras rodeaban el fuego y contaban... escuchaban viejas historias de días anteriores ya pasados.
Lenta y pacíficamente entró el padre en descanso permanente, y poco después la mujer quien había compartido todas sus preocupaciones y problemas, también. Los pocos que todavía les sobrevivían se arrodillaron junto a su tumba y regaron con sus lágrimas la hierba verde que la cubría; después se levantaron y se dieron la vuelta: tristes y lamentándose, pero sin gritos amargos ni lamentaciones desesperadas, pues sabían que un día volverían a encontrarlos; y de nuevo se mezclaron con el mundo ajetreado y recuperaron su alegría y su contento. De repente, la nube desapareció ante la vista de todos.
-¿Qué piensas de eso? -preguntó el duende volviendo su rostro grande hacia Gabriel Grub.
Gabriel murmuró algo en el sentido de que era muy hermoso y pareció algo avergonzado cuando el duende volvió hacia él sus ojos ardientes.
-¡Tú, miserable! -exclamó el duende con un tono de gran desprecio-. ¡Tú!
Parecía dispuesto a añadir algo más, pero la indignación sofocó sus palabras, levantó una de las piernas que tenía dobladas y, tras sostenerla un momento por encima de la cabeza del sepulturero, para asegurar su puntería, le dió a Gabriel Grub una buena y sonora patada; inmediatamente después de eso, todos los duendes que habían estado aguardando... rodearon al infeliz enterrador y lo patearon sin piedad: de acuerdo con la costumbre establecida, entre los cortesanos de la tierra, patean a aquél al que ha pateado la realeza y abrazan a quien la realeza abraza. El recibimiento de mutuo.
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Duendes en Navidad (CHARLES DICKENS)
Mystery / ThrillerLa historia de Los Duendes que Secuestraron a un Enterrador. Gabriel Grub era un enterrador solitario y triste que disfrutaba eliminando la felicidad de las personas. El día de Navidad, decidió ir al cementerio a cavar una tumba para el día de mañan...