C U A R T O D E H O T E L | Aitor Cardoné (Club de Cuervos)

O C H O

Al día siguiente reportamos temprano al Club. Myrna llegó prácticamente a las tantas de la madrugada la noche anterior, así que no habíamos tenido oportunidad de platicar, por lo que aprovechamos el camino hacia las oficinas para ponernos al corriente.

-Entonces... ¿no quedaste en nada con ninguno?—me increpó, cruzándose de brazos.

-Pues... sí, wey. Les pedí tiempo a ambos.

-Y te besaste con Aitor...

-Pues sí pero... ay wey, es que no sé qué vergas me pasa cuando estoy cerca de él, me pongo toda pendeja y no lo puedo evitar—escondí la cara entre mis manos, llena de frustración.

-Wey obvio te entiendo, Aitor tiene esa vibra... tú sabes. Pero ¿y Zombie? ¿Él no te pone pendeja?

-Pues si pero... de un modo más bonito, ¿sabes? Me llena de mucha ternura verlo, es demasiado lindo pero Aitor... no lo sé. Estoy hecha un lío.

Y era cierto, sólo sabía que la marea de sensaciones que había dentro de mí era gracias a ambos.

-Señoras, qué bueno que llegaron—nos saludó Hugo cuando llegamos al 3er piso del edificio, justo afuera de la sala de juntas—los jefes están en junta y no sabemos qué esté pasando.

-¡ES QUE NO TE PUEDES LLEVAR A LOS JUGADORES A UN PUTO RETIRO, ISABEL!—se escuchó gritar a Chava—¿CÓMO VERGAS QUIERES QUE LOS MONETICE PARA MANTENER CUERVOS TV?

-¡PUES A MI ME VALE MADRE!—le contestó Isabel en el mismo tono—EL SIGUIENTE JUEGO ES CONTRA LEÓN, QUE, POR SI NO TE ACUERDAS, NOS ELIMINÓ EN LA SEMIFINAL EL TORNEO PASADO, ASÍ QUE ARRÉGLATELAS COMO PUEDAS Y ME AVISAS CÓMO QUEDASTE—y salió dando un portazo detrás suyo—ay muchachas, qué bueno que las veo. ¿Vienen a mi oficina?—se encaminó hacia dicho lugar y nosotras la seguimos— ¡Carmelo! Llama a las cabañas El Cielo y sepáralas todas por 3 días. Diles que necesitamos que abran las canchas para entrenar y coordínate con Hugo Sánchez y los utileros para cargar lo necesario en el autobús, ¿de acuerdo?

-Sí señora—Carmelo, quien venía detrás de nosotras, desapareció justo cuando llegamos a la puerta de la oficina de Isabel.

-Pasen, no se queden ahí, por favor—Myr y yo entramos—pues muchachas, me voy a llevar al equipo a un retiro. Han estado muy desconcentrados con el rollo de Cuervos TV y bueno... con la situación que hay contigo, Tania—yo no sabía dónde meterme de la vergüenza—creo que esto será bueno tanto para ti como para ellos, nosotros necesitamos concentrarnos antes del partido contra el León y tú necesitas poner en claro tus ideas, y la verdad no tiene mucho sentido que vayan con nosotros porque en las cabañas no va a haber señal y...

-No te preocupes, Isabel—la cortó Myrna—nosotras entendemos. Podemos ir avanzando en planeaciones y esas cosas en lo que ustedes está fuera, así tendremos todo cubierto para el siguiente partido.

-Andale, eso me parece perfecto. De verdad muchas gracias por ser tan comprensivas.

-No pasa nada, para eso estamos—mi amiga era la única que estaba hablando—así que nos vamos a ir a ver en qué podemos ayudar a Hugo Sánchez y a Carmelo. Nos vemos en un rato—me tomó del brazo y le dediqué una mirada a Isabel antes de salir—¿Qué vergas no vas a decir nada o qué pedo?

-Weeeey... se están yendo por mi. Por todo el desmadre que armaron Zombie y Aitor.

-Wey relájate un chiiingo—me pidió mi amiga—todos han andado bien distraídos con el pedo de Cuervos TV, así que Isabel tiene razón en llevárselos, no es como que se vayan a quedar toda la puta vida en el bosque... y además, como dijo Isabel te va ayudar tener algo de distancia con ambos, porque esto de ser la manzanita de la discordia entre los Cuervos...—yo asentí sin decir más, porque por ese lado tenía razón—ahora vamos a ver en qué podemos ayudarles a Hugo y a Carmelo... y a buscar a Potro, porque me quiero despedir de él—y con su súper cara de enamorada me jaló rumbo a los vestidores.