V E I N T E

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-A Tania no la vas a ofender, pendejete de cuarta—la voz hosca de Zombie echó aún más para atrás a Alberto, cuando era ayudado por Alan a ponerse de pie—atrévete a repetir lo que dijiste, ¡ándale, cabron!—le increpó, mientras el idiota se limpiaba un hilillo de sangre que le brotaba donde el golpe de Zombie le había reventado el labio.

-¿Tú también te la cogiste, o qué?—escupió irónico el pendejo.

-Alberto, basta—le advirtió Alan, asiéndolo más fuerte del brazo.

En ese momento, Zombie retrocedió dos pasos obligado por Juliito y Pepe, quienes, imitando a Alan lo tenían tomado por los hombros. En ese movimiento me pude dar cuenta que a mi derecha Potro detenía a Aitor de ambos brazos con fuerza, mientras que Axel y Myr se habían movido frente a él para servir de barrera humana. Fue esta última quien habló.

-A ver, dude—comenzó, dirigiéndose a Alberto—no sé con qué derecho te atreves a venir aquí y hacerte el mártir después de lo pinche culero que has sido con Tania, y voy a admitirlo, también conmigo de pasada, no creas que se me olvida que a la primera que traías como pendeja cuando te conocimos era a mí—un 'uuuuuuuh' se hizo presente a nuestras espaldas—anyway, ya pasó un chingo de tiempo y neta, como que no te queda venir a reclamar cosas que están fuera de lugar, Tania se va a casar con Aitor y la verdad yo no hubiera permitido que lo hiciera con alguien menos chingón que él—esta vez volteó a ver a Alan—Alan, sabes que te quiero como a un hermano mayor y sé que hablo por Tania cuando te digo que nos encanta tenerte aquí, pero entenderás que esta es la casa de Axel y no voy a permitir que este—señaló con un movimiento de cabeza al chico que nuestro amigo estaba sosteniendo—venga a hacer su desmadre. Si te quieres quedar eres siempre bienvenido, pero a ti—volvió a voltearse con el pecoso—te voy a pedir de la manera más atenta que te vayas, a chingar a tu madre si es posible. No te quiero tener ni en mi fiesta, ni mucho menos cerca de Tania y Aitor, si no...—se acercó amenazadora a él—voy a ser yo la que te parta toda tu reputísima madre la próxima vez, y el chingazo que te metió Zombie se va a quedar pendejo para la chinga que te voy a poner—Axel se movió hábilmente hacia su espalda y la tomó por la cintura, para evitar que se le fuera encima. De pronto me quedé plantada sobre mis pies, rodeada de todos deteniendo a todos como si estuviéramos en un ring de boxeo.

La cara de Alberto estaba rojísima del coraje, pero antes de que pudiera decir algo Alan se adelantó y le puso una mano sobre el pecho.

-Nos iremos—anunció con voz autoritaria, sin intención de dejar hablar al otro wey—chicos, gracias por sus hospitalidades. Myr, pasa un muy buen cumpleaños. Tania, Aitor—nos miró—que sean muy felices siempre, se lo merecen después de todo lo que han pasado. Y Cuervos, mucha suerte en la final—comenzó a arrastrar al pendejete para sacarlo del jardín, rumbo a la puerta de entrada. Axel y Myrna los escoltaron.

-¡Vete a chingar a tu madre, Tania! ¡Te vas a acordar de mi para el resto de tu vida!—los gritos de Alberto aún retumbaban desde la sala de Axel.

-¡Andate a la mierda y que te den por el orto, pedazo de idiota!—le gritó Potro con saña. De un momento a otro nos quedamos todos en silencio, mirándonos, hasta que Aitor se safó de Zombie y entró a la casa. Creí que iba a ir detrás de Alberto hasta que supe que este último se había ido cuando escuché un auto arrancar.

De pronto todos soltaron a las personas que estaban reteniendo y el aliento que hasta ese momento me di cuenta estábamos conteniendo. Axel dejó ir a Myr, quien le sonrió y tomó la mano de Potro para irse al fondo del jardín. Carmenara se fue con Chava y Julito por fin soltó a Zombie.

-¿Estás bien?—me preguntó, con una arruga en la frente marcada por la preocupación.

-Sí, yo...—tartamudeé—muchas gracias por defenderme, no tenías por qué. Alberto no dijo ninguna mentira, yo...

C U A R T O  D E  H O T E L | Aitor Cardoné (Club de Cuervos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora