S I E T E

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@pandatania

"Poco a poco me vuelvo loco... tal vez todo está al revés".

Zombie #19, Carmelo C., Hugo Sánchez, Alberto e Isabel Iglesias han marcado como favorito uno de tus tweets.

Después de empacar la poca ropa que llevamos al viaje nos reunimos con el resto de los chicos en el lobby para partir rumbo al aeropuerto. Pero me di cuenta que llevar los dos ramos en la mano había sido una mala idea cuando Aitor y Zombie me miraron y luego se miraron entre sí.

-No mames wey, te hubiera dado uno y hubiera dicho que te lo mandó Potro—le murmuré a mi amiga por lo bajo, quien solo encogió los hombros y fue con Carmelo a decirle no sé qué cosa.

-Oyeeee, ¿y eso?—Isabel se me acercó curiosa, mirando con detenimiento ambos ramos—no me digas que... ¿te los mandaron estos dos?—señaló con un discreto movimiento de cabeza a los chicos que casi se estaban matando con la mirada.

-Sí—respondí—y hasta ahora veo que no fue una buena idea bajar con los dos ramos en la mano.

-Ay, no te preocupes, estos chicos son lo suficientemente maduros como para hablar y resolver las cosas—me aseguró—ahora vámonos al autobús si no se nos va a hacer bien tarde.

Myr regresó con nosotras y nos dirigimos hacia el autobús. Isabel se sentó con su hermano, mientras Potro y Rafa se sentaron detrás de nosotras y esperábamos a que los chicos terminaran de subir cuando escuchamos mucho escándalo abajo del camión. Mi amiga se asomó por la ventana.

-¡Weeeeeeey Aitor y Zombie se están partiendo la madre!

-¡¿QUÉEEEEE?!—el grito de Isabel sobresaltó a todos.

-¡La concha de la lora Rafa, vamos a separar a estos boludos!—Potro y el entrenador se pararon de un salto y bajaron hechos madre del camión; nosotros los seguimos.

-¡Te dije que no te metieras conmigo, cabrón!—Pepe y Emaíl tenían agarrado a Zombie por la espalda mientras este intentaba safarse con insistencia, ignorando que su pómulo izquierdo lucía visiblemente rojo.

-Y yo te dije que no te metieras en mi camino, gilipollas—escupió Aitor, a quien Potro y Axel retenían mientras le manaba sangre del labio—¿A caso no puedes entender cuál es tu lugar en este puto equipo y con Tania? ¿Con qué derecho le mandáis un ramo de fruta que ni tu mamá querría?

-Mira hijo de tu...

-¡A VER, SE ME CALMAN!—gritó Isabel—¿CUÁL ES SU PUTO PROBLEMA? ¡No se pueden estar peleando así antes de iniciar la liguilla, cabrones! ¡Ya no están en la pinche secundaria!

-¡Pues este wey que se cree el dueño del puto mundo!—acusó Zombie.

-Aitor no se cree dueño del mundo, Aitor ES el dueño del mundo—respondió Aitor, muy pagado de sí mismo.

-Pues a mi me vale pito quién sea el dueño del mundo—intervino Chava—Isabel y yo somos los dueños de este pinche equipo y nosotros no les pagamos para que se anden partiendo la madre como pinches barristas argentinos macuarros... sin ofender, Potro—el aludido sólo le dedicó una sonrisa comprensiva.

-A ver, sus problemas personales los dejan fuera de esto. Aquí están para trabajar—los increpó Rafa—y si no son capaces de hacerlo díganme para dejarlos en la banca.

-No te preocupes, gilipollas—Aitor se safó de un tirón del agarre de Potro y Axel—Aitor puede con esto y más—Y se subió al autobús. Axel tomó sus cosas y lo siguió.

-Mirá pelotudo, ¿no te podés quedar tranquilo aunque sea un momento?—le murmuró Potro a Zombie—no te podés poner así ahora que logramos pasar a la liguilla.

C U A R T O  D E  H O T E L | Aitor Cardoné (Club de Cuervos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora