Capítulo 21: ¡Quítame la virginidad!

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Caminé sola como una media hora, no sabía donde estaba, no conocía Paris, sólo conocía mi instituto y mi conjunto, ya, eran las 3:30, y no había comido nada, seguí caminando, hasta que encontré una cafetería, no lo pensé dos veces, entré, y pedí una malteada y unos waffles. Sí, amo los waffles.

Cuando terminé mi comida, pregunté donde estaba, no entendí nada, pero no me iría caminando, así que les pedí el favor de que llamaran un taxi.

Llegué agotadísima a casa. Saqué mis llaves, y abrí la puerta, justo cuando iba a entrar escuché unos ruidos.

-Oh, Aaron.-Gritaba una chica.-¡Quítame la virginidad!.-¿Qué demonios?, mi hermano tiene prohibido traer esa clase de perras a casa por respeto a nosotros. Subí rápido las escaleras, y abrí su puerta. La chica estaba encima de él, sin camisa y en bragas, Aaron me miró espantado y la tiró al piso. La chica se levantó mírandome mal, y tapándose con una sábana mientras se dirigía al baño.

-Sam, te lo pued..-Lo interrumpo.

-No me expliques nada.-Escupo molesta.-Y tú, ¿no tienes verguenza?, eres una zorra.-Le grito a la chica y la miro de arriba a abajo.-Sal de aquí maldita perra, y no vuelvas a pisar esta casa, o no vivirás para contarlo, puta barata.-La empujo, y ella sólo me grita cosas como "ya ibamos a empezar niñita", "arruinaste mi diversión" desde las escaleras.-Eres una zorra.-Cierro la puerta en su cara. Ugh, estoy tan molesta con Aaron, tiene prohibido hacer este tipo de cosas en casa.

-Sam.-Dice tomandome del brazo. Le lanzo una mirada de desaprobación referente a lo que hizo.

-Me das asco.-Finalmente lo digo y salgo de ahí para dirigirme a mi habitación y relajarme un poco. Entro y tiró la puerta muy fuerte. Abro el balcón y salgo para respirar aire fresco y calmarme.

-Castaña.-Escucho. Volteo. Y ahí estaba él. Tenía los ojos rojos, y un cigarro un su mano, miraba a la nada.

-Cullen.-Respondo fría, y dirijo mi mirada a la gran vista de Paris. Se ve increíble.

-¿Comiste?.-Pregunta serio.

-Sí.-Respondo sin más. Sigo mirando al frente y veo como él y sus ojos buscan los míos desesperadamente. Lo miro, y efectivamente está mirandome.-¿Sucede algo?.-Digo tajante.

-Tus ojos.-Dice señalandolos y acercandose a mi balcón.

-Bota ese cigarro si vas a cruzar.-Le ordeno. Sin más lo mira, y me mira a mí. Extiende su mano y bota el cigarro. Se acerca a mi baranda, y de un salto, pasa.-Pensé que no lo botarías.-Digo caminando hacía una esquina.

-Es solo un cigarro castaña.-Dice acercandose peligrosamente a mí. Intento alejarme pero él es más ágil y me toma por la cintura.-Tus ojos.-Repite.-Son como las estrellas, Harrison.-Sonríe. Su mano hace contacto con mi mejilla, empieza a dejar pequeños masajes circulares en ella, cierro mis ojos y me aferro a su mano.-Tu piel, es tan suave.-Dice. Abro mis ojos, me está mirando atentamente.-Eres hermosa castaña.-Y estampa sus labios en los míos. No tardo en corresponderle el beso, su lengua baila con la mía al compas de la melodía que forman nuestras bocas, siento como sonríe mientras sigue bésandome.-¿Ya te dije que besas muy bien?.-Junta su frente contra la mía. Recuerdo como me dijo que sólo era un momento. Y me alejo bruscamente de él.

-También soy solo "el momento".-Le grito. Él me mira con tristeza, su semblante se volvió triste.

-No, Sam.-Dice intentando agarrar mi mano pero me alejo rapidamente.

-Vete Carlay.-Digo con la voz quebrada.-Vete.-Y entro a mi habitación, escuché como golpeó la pared, tan fuerte que me asuste y miré por la puerta corredisa, pero él ya había saltado. Salgo para confirmar que no se haya reventado los nudillos. Y efectivamente sí, la pared está llena de sangre. Es impulsivo.-Cullen.-Grito. Él solo me mira con enojo y entra. No sé por qué me siento mal y con ganas de llorar por haberle dicho eso..no quiero sentir nada por él. Yo no siento nada por nadie.

Evitando el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora