Evitando el amor

Capitulo 10: ¡Ay por favor! No seas tan ingenua.

Cuando lo ví parado frente a mí, con una soga en su mano y una sonrisa juguetona, sabía que no estaría bien. Mi instinto fué correr, correr y correr, o al menos, eso pensé yo. Él fué más ágil y me tomó por la cintura, su agarre se hizo fuerte, y rasguño mis caderas con mucha malicia, solté pequeños gémidos de dolor, estaba rasgandome la piel, y lo hacía con tanta satisfacción. Me levantó y cerró muy duro la puerta, me sentó en una silla y con la soga me amarró muy fuerte, tapó mi boca con una cinta y se paró en frente de mí.

-Cómo la buena niña que eres, te callarás, o nuestros padres y hermanos estarán en peligro, ah, y primos también.-Asentí y se acercó para retirar la cinta de mi boca. La arrancó sin piedad y sentí como mis labios empezaron a sangrar, él sonrió con satisfacción y dijo.-Eres muy sensible Sam.-Mientras contemplaba la sangre en mis la labios.

—Eres un maldito animal Ricardo. —Le dije. Su rostro tomó un semblante no muy agradable. Y arrugó con fuerza la cinta que tenía en su mano.

—No debiste llamarme así. —Dijo mientras se acercaba a mí para estampar su mano en mi mejilla.— Todo este tiempo, estuve fingiendo que te quería, que amaba a esta horrorosa familia de mierda, ¿para que vengas a decirme que soy un maldito animal?

—¿Por qué haces todo esto?. —Le pregunté mirandolo a los ojos.

—Estoy tomando venganza por parte de mi madre y padre, tus padres arruinaron nuestra vida, nuestra familia, nos arruinaron y eso no lo perdonaré jamás— Dijo fundido en odio y enojo, no sabía de que estaba hablando, no tenía ni la menor idea de que estaba diciendo.

—Escucha, no sé que fué lo que te hicieron mis padres, pero, podemos hablarlo, no tienes que ser así, tú no eres así Richard. —Le dije sonando convensedora, el bajó su mirada, para luego reír y decir.

—No, no pueden arreglar nada, mi padre y hermana están muertos, ¡MUERTOS SAM! Y todo es culpa de tus padres.

—¿De mis padres?. —Dije confundida.— ¿Qué tienen que ver mis padres?.

—¡Ay por favor!, no seas tan ingenua. Tus padres no son lo que parecen, pero no entraré en detalles ahora. Sólo debo asesinarte. Y luego vendrán tus padres.

—¿No quieres pensarlo con helado?. —Dije.

¿En serio Sam?, ¿no se te ocurrió otra cosa más que decir que lo piensen con helado?

Bien consciencia, ahora no es el momento, están a punto de matarme. Justo cuando pensé eso, volví a la realidad, ví a Ricardo con un cuchillo en su mano acercandose a mí, en ese momento, alguien pateo la puerta con mucha fuerza dejando ver a papá y a Jazz detrás de él.

—Suelta a mi hija ahora Dylan. —Dijo mi padre. —Ella no tiene nada que ver en esto.

—¿Dylan?. —Dije yo.

Él rápidamente se hizo detrás de mí y posicionó el cuchillo en la yugular de mi cuello.

—Quietos, o juro que la mato. —Le dijo a papá y a Jazz.

—No lo creo psicópata. —Jazz sacó un bate y se lo tiró a...luego sentí como Ricardo, o Dylan cayó al suelo noqueado por.

—Eso es mamá. —Exclamó Jazmín saltando.

—¿Mamá?. —Dije extrañada.

—Si cariño, tu madre ya luchó con el psicópata de su padre, su hijo es aún más torpe que él. —Dijo mientras lanzaba su cabello hacía atrás en modo diva, regia, potra.